«El Breogán nos dio una paliza de bienvenida a la LEB»

«El Breogán nos dio una paliza de bienvenida a la LEB». El betanceiro Manu Gómez vivió en las filas del Sondeos del Norte el primer derbi con el Breogán en competición liguera. El 47-96 que lució aquel 18 de noviembre de 1998 en el Palacio de Riazor se convirtió, hasta hoy, en la derrota más abultada del club coruñés, a la que solo se acercó el duelo ante el Baskonia del pasado mes de enero (114-66). El conjunto coruñés tuvo que esperar casi quince años, en los que su color amarillo mutó en naranja, para disponer de una revancha en su propio feudo. El regreso del ya bautizado Leyma Coruña a LEB Oro en 2012 revivió un enfrentamiento en el que los celestes, esta vez con Gómez en su bando, se llevaron el gato al agua en un duelo mucho más reñido (69-71). Este domingo (12.30 horas) el Leyma dispone de la oportunidad de tomarse su particular revancha de bienvenida al Coliseum.

El Breogán ya había tenido algún que otro enfrentamiento con el Sondeos del Norte Arteixo en su último paso por la liga EBA en la temporada 1995-96, meses antes del nacimiento oficial del Básquet Coruña. El club coruñés, fundado por la unión de los arteixáns con el Ventorrillo, apenas necesitó unas semanas de vida para salir triunfal en su primer duelo con los lucenses en la Copa Galicia. «Les vencimos en semifinales y, luego, ganamos la final ante el Ourense», recuerda el exjugador del Sondeos, Lolo Castro.

El proyecto coruñés inició su camino en EBA en la temporada 1996-97, cuando el Breogán acababa de ascender a la recién creada LEB, categoría que pasó a ocupar el segundo escalón en el sistema del baloncesto español. El Sondeos necesitó dos campaña para subir y encontrarse, por primera vez, con el equipo de la provincia vecina. El calendario quiso emparejarlos una jornada inaugural que acabó en los libros de historia. «Normalmente, jugábamos en la Polideportiva de Riazor, pero aquel día nos movieron al Palacio», señala Castro, uno de los pioneros del club junto a Gus Díaz, Pablo Esmorís, Manu Pereira o Manu Gómez.

Aunque el paso del tiempo desdibuja los recuerdos, Castro relata nítidamente lo que experimentó en aquel encuentro. «Supongo que los nervios propios de la primera jornada nos pasaron factura. Fue un partido desastroso para nosotros, una paliza», rememora con decepción Lolo Castro. Manu Gómez, que entonces era uno de los más jóvenes del vestuario, reconoce que el Sondeos y el Breogán eran la noche y el día. «Nosotros éramos un equipo recién ascendido con el bloque del año anterior y ellos tenían a gente de ACB y a un exjugador de la NBA [James Lee Donaldson]», apunta el exjugador betanceiro. El Sondeos asumió una derrota que aún no tiene sucesor en el registro de peores duelos del equipo coruñés. Buscó la revancha en la segunda vuelta, pero solo pudo perder por cinco puntos (70-65) en su visita a Lugo.

El Breogán acabó el curso celebrando su retorno a la ACB, mientras los coruñeses se contentaban con subsistir en LEB y Manu Gómez hacía las maletas para irse lejos de A Coruña. «Me fui a Málaga y, de ahí, empecé a rondar hasta acabar en Lugo en mis últimos años», señala. Andalucía, Alicante, Murcia y Burgos marcaron su carrera. Tras siete años en la máxima categoría y varios intentos fallidos de volver a subir, el Breogán llamó a su puerta en 2011 para perseguir, de nuevo, el ascenso.

El Sondeos, en paralelo, había logrado salir del infierno de Primera Nacional, al que cayó en 2004. Con el naranja por bandera y con Leyma como patrocinador, el equipo coruñés retornó a LEB Oro en 2012 y, con él, la oportunidad de revancha contra el Breogán. Los lucenses desembarcaron en el Palacio en la primera vuelta para hacerle frente al Leyma de Kale, Zengotitabengoa, Ángel Hernández y compañía. Lejos de calcar la paliza de anterior, el Breogán necesitó los 15 puntos de Gómez para llevarse el triunfo. «No había tanta diferencia», reconoce.

Tras dejar el baloncesto, Manu Gómez siguió desde la distancia los derbis que, año tras año, mantuvieron al Leyma y al Breogán en LEB Oro. Los lucenses subieron primero y los naranjas, ahora, cumplen su anhelo de vivir en su nueva casa, el Coliseum, el derbi más especial de su historia.