Un derbi que se decide en las alturas para el Leyma Coruña

El Leyma Coruña mordió el polvo por solo tres puntos (83-80) en su visita, hace dos meses, al Pazo Provincial dos Deportes de Lugo. Aquel triple que no quiso entrar de Brandon Taylor dejó morir a los naranjas en la orilla. El norteamericano trató a la desesperada, sobre la bocina, de forzar una prórroga que Jordan Sakho negó. El pívot del conjunto lucense se salió en el tramo decisivo del primer derbi gallego del Leyma en la ACB. Se hizo enorme en su duelo contra Goran Huskic en el último cuarto y, a base de picar piedra, minó la defensa interior del equipo coruñés. Ahora, con la lección aprendida, Diego Epifanio afronta el duelo de vuelta con más herramientas en la pintura para tratar de llevarse el gato al agua en el Coliseum.

Goran Huskic y Atoumane Diagne dieron un paso al frente en diciembre. La lesión de Augusto Lima ante el Manresa puso sobre los hombros del serbio y del senegalés la responsabilidad de batallar bajo el aro contra sus pares en los equipos rivales. Mientras Huskic consiguió soltarse en su versión más asociativa, Diagne fue capaz de deslumbrar con su poderío físico a base de mates, tapones y algún que otro alley-oop.

Todos los recursos positivos de los pívots, que aguantaron el tipo en la mala dinámica del equipo, no sirvieron para poner freno a Jordan Sakho en Lugo. El capitán breoganista dio una clase magistral de cómo atacar la pintura y postear para tintar el derbi de color celeste. Se emparejó en la rotación con Huskic y aprovechó su dominio físico para percutir una y otra vez debajo del aro. Él solo se bastó para dominar la zona ante el escaso aporte de su compañero, Egbunu, en la rotación. Terminó con 17 puntos, 9 rebotes, 3 recuperaciones, una asistencia y 30 de valoración.

Para evitar un segundo tormento en la pintura, Diego Epifanio tiene armas nuevas y recién afiladas con las que plantar cara a Sakho y a Boubacar Touré, el rostro nuevo en el puesto de cinco en el plantel de Luis Casimiro. Karlis Silins, el último fichaje del conjunto coruñés, ya mostró el pasado fin de semana en el Nou Congost sus dotes físicas. Seis puntos, todos castigando el aro, fueron una buena carta de presentación para un jugador al que, debido a las escasas sesiones de trabajo con el grupo, se le notaron algunas costuras en la ejecución de algunas jugadas. Con más tiempo de adaptación y con sus virtudes en el tiro y en la defensa, es una carta muy valiosa para tapar la grieta que encontró el Breogán en el barco naranja en la primera vuelta.

El encaje de Heurtel, en su relación idílica con los pívots, es también una buena contramedida para hacer daño, en ataque, a la defensa interior breoganista. La conexión del francés con Diagne y con Huskic le ha dado al Leyma sus mejores minutos de juego esta temporada.