0-2 | El muro de Serra da tres puntos al Liceo en Calafell

Los tres puntos del Liceo en el Joan Ortoll ante el Calafell (0-2) tienen nombre y apellidos: Martí Serra Molist. El guardameta liceísta dio su mejor versión ante el acoso y derribo de los catalanes y se convirtió en una muralla infranqueable con un total de 36 paradas que ampararon a su equipo para sacar tres nuevos puntos.

El Liceo empezó golpeando la mesa con fuerza. Dava Torres sacó de centro, la puso atrás para Carballeira y el 5, desde área propia, envío un misil que desvió el capitán para batir a un sorprendido Gerard Camps. Tres segundos de partido, 0-1 para los coruñeses. El Calafell se repuso del shock inicial y poco a poco fue encontrando su ritmo. Serra hizo sus primeras intervenciones a los cinco minutos y los gallegos interpretaron a la perfección el cambio en el guion del encuentro. Los jugadores de Juan Copa defendieron su área como si de un fuerte se tratase. El equipo colegial, que en las últimas semanas había perdido cierta mordiente defensiva, recuperó su identidad justo a tiempo para frustrar al combinado de Guillem Cabestany. Entre el muro verdiblanco, los reflejos de su portero y los palos, la ansiedad del Calafell crecía por momentos. Los coruñeses, en cambio, esperaban recogidos a tener una oportunidad de correr. Y la oportunidad llegó a los 15 minutos, cuando Cervera inició una contra y asistió a Bruno Saavedra para batir a Camps en el mano a mano.

A partir de ahí, el Calafell se volcó sobre la portería visitante. El Liceo achicaba aguas como buenamente podía, superado por momentos por el ímpetu catalán. Serra volvió a erigirse como pieza clave bajo los palos y sus compañeros defendían el vendaval de los locales con más corazón que cabeza.

En la segunda parte, el equipo coruñés trató de estirar sus posesiones y frenar la velocidad vertiginosa de los hombres de Cabestany. Aun así, fue el Calafell quien gozó de las mejores ocasiones del partido. Martí Serra se visitó de héroe y duplicó sus esfuerzos para volver a mantener su puerta a cero muchas semanas después. Sus méritos incluyeron un penalti detenido a Sergi Miras, que a punto estuvo de reventar su stick contra el suelo de la frustración. El Calafell terminó desesperado, protestando el arbitraje y jugando sin portero para ver si la superioridad numérica les ayudaba a traspasar la figura del meta visitante. Pero ni con esas lo lograron.

El domingo, más OK Liga contra el Noia en Riazor (12.00 horas).