baloncesto | Liga ACB

Una final en marzo para el Leyma en el Coliseum

Con tres triunfos más, el Girona, oponente de hoy, es su lejano rival en la lucha por salvarse | Una derrota sería poner un pie en el ataúd

Juan Fernández, ante Trey Thompkins en el duelo de la primera vuelta en Girona. |  EFE

Juan Fernández, ante Trey Thompkins en el duelo de la primera vuelta en Girona. | EFE

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

Han pasado tres meses y medio y casi nada bueno para el Leyma Básquet Coruña desde que arrolló a Girona en su propia pista. Ya por entonces no contaba con Augusto Lima, pero se llevó por delante a un equipo sin alma que parecía abocado a la Primera FEB y aquel triunfo le hizo creer, de manera errónea, que podría resistir a las ausencias sin fichar, que estaba preparado para pelear de tú a tú por un año más en la ACB. Todo fue un espejismo. Su potencial, la condena de los catalanes... El Girona que se presentará este sábado por la noche en el Coliseum (20.45 horas, Movistar Deportes), listo para ajusticiarlo, no tiene nada que ver con aquel equipo. Moncho Fernández está al mando, ha fichado a Martinas Geben y Pep Busquets y viene de vencer a Baskonia, Barcelona y Unicaja. El Leyma ya ni se acuerda de lo que es ganar un partido. La noche y el día.

Más le vale al equipo naranja que recobre esa sensación en la velada que le espera con unos siete mil espectadores en las gradas. Está a tres triunfos de la salvación y uno de los conjuntos que la marca es, precisamente, el Girona. Una derrota sería firmar su acta de defunción en ACB, un papel que, en gran medida, ya está redactado. Ganar simplemente supondría que ha funcionado el desfibrilador. Así es el día a día del Leyma: sobrevivir a la espera de que llegue una mejoría que no se vislumbra, luchar para no condenarse a la espera de un milagro.

Eso sí, el Leyma también debería hacer su parte para ponérselo más fácil a la ayuda divina. El primer paso, ajeno a su mano, es que Heurtel esté listo para el duelo. Sin el francés es imposible. Con él aún peleó hasta el descanso en Valencia, aunque luego el equipo se despeñó. 35 minutos en La Fonteta y esta semana, de nuevo, entre algodones. Parece casi imposible que no vaya a estar sobre el parqué del Coliseum. De esta manera, no habrá bajas ni en el Girona, que recupera a Juan Fernández tras la lesión de tobillo, ni en el Leyma. Diego Epifanio tendrá que hacer, de nuevo, tres descartes. En Valencia se estrenó Ángel Núñez en la pista y se quedó en la grada Jakovics, también está la duda de si Augusto Lima está listo o sigue a medias, su regreso aliviaría a los naranjas en los cupos. Lundqvist lleva semanas fuera y sin visos de volver.

Más allá de contar con Heurtel, el Leyma debe cerrar, ante todo, la sangría defensiva. Un equipo que recibe 95 puntos por partido está en las Antípodas de poder salvarse. El Girona, aunque fuese con Fotis Katsikaris, fue uno de los equipos que menos castigó al conjunto naranja, ya que se quedó en 81. Hay que recordar que el grupo de Epi no ha colocado a ningún rival en esta liga por debajo de los 80. Es una tendencia que explica gran parte de sus males. Hay otros aspectos de su juego en los que debe mejorar como el rebote, las pérdidas y los tiros libres, pero la defensa es la piedra filosofal, lo que marcará la diferencia.

No le será sencillo al Leyma por sus propias condiciones y por la evidente mejoría que ha experimentado el grupo de Moncho Fernández: «Tienen mucho talento individual en el bloqueo directo y en el uno contra uno, son incisivos en las situaciones con balón y con capacidad de generar puntos», relata y prosigue. «Él se ha focalizado mucho en el esfuerzo defensivo del bloqueo directo, siendo muy agresivos, y están yendo muchísimo al rebote ofensivo. Todo eso, además de la confianza y que han mejorado porcentajes, les ha ayudado a competir mejor», concluye.

No va más esta noche para el Leyma que ha gastado muchas balas en la lucha por la permanencia y ya no puede desperdiciar más munición ante un destino marcado.

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