Irene Martínez: «No tenía claro si dejar la halterofilia»

Ilusiones renovadas y la ambición intacta mueven a la halterofilia coruñesa rumbo a un nuevo campeonato de Europa. Irene Martínez y Víctor Castro, ambos del Club Halterofilia Coruña, participan este martes en el Europeo que se disputa en Chisinau (Moldavia). Ella vuelve a disfrutar sobre la tarima tras sopesar la retirada y él, que promete dejarlo cuando no pueda ofrecer su máximo nivel, quiere acercarse a los puestos de medallas. Los dos comparten, eso sí, la ilusión por mantenerse como referentes de un club y una ciudad que siempre esperan éxitos en el deporte de las barras y los discos.

«El año pasado me marché en blanco del Campeonato de España y no tenía claro si dejar la halterofilia o seguir», se sincera Irene Martínez. La deportista del CH Coruña decidió cambiar por completo su rutina en 2024. Dejó el alto rendimiento tras quince años (trece en Madrid y dos en León), quemada por una lesión larga que le lastró en sus últimas actuaciones. «Volví a casa, comencé a trabajar con un nuevo entrenador en el club, Pepe Mora, y todo volvió a fluir poco a poco», reconoce la halterófila. Cambió el chip y pasó de tener «objetivos clarísimos» en cada competición a, simplemente, buscar un nuevo método de trabajo.

La coruñesa renovó su ilusión en la Copa de la Reina. «Hice la mínima (en -59 kilos) para el Europeo y me di cuenta de que todavía tengo algo que ofrecer», celebra. Ahora, con 31 años, tiene una nueva perspectiva de cara a su undécimo Europeo, en el que participa este martes (13.00 horas): «Solo pienso en disfrutar y en acercarme lo máximo posible a las marcas que tenía en mi máximo nivel».

Con la misma ambición acude Víctor Castro a Moldavia. «La ilusión y las ganas de competir nunca se pierden», asevera. Este martes (16.00 horas) compite en su última prueba continental en -67 kilos. En junio entrarán en funcionamiento las nuevas categorías de peso y muchas selecciones han sacrificado el Europeo para adaptarse. Víctor, que quiere despedirse de esta con un buen resultado, apunta a estar cerca de las medallas y superar el undécimo puesto que firmó en 2024.

Castro deberá decidir si cambia a 71 kilos o a 65. «Si subimos, tendremos que levantar más. Si bajamos, tocará pasar hambre y mantener marcas», explica. Lo que no se plantea, a sus 32 años de edad, es perder rendimiento. «No quiero entrenar cinco horas al día para bajar mi marca 15 o 20 kilos. El día que eso ocurra, colgaré las botas», señala. Eso sí, cree que aún le queda cuerda para rato y promete dar su mejor versión en Chisinau.