Epi se hace centenario en el Leyma

Diego Epifanio se sentó por primera vez en el banquillo del Leyma Coruña en un triunfo a domicilio en la pista del Iraurgi el 7 de octubre de 2022. Cuatro días después se estrenó ante la afición del Palacio de Riazor con una derrota ante el Lleida. Aquellos fueron los primeros capítulos de una historia que, este sábado (20.45 horas) contra el Granada en el Coliseum, alcanzará los 100 capítulos. Más de dos años y medio después de tomar los mandos del conjunto coruñés y dirigirlo hacia el ansiado ascenso a la liga ACB, Epi será el cuarto entrenador en alcanzar las tres cifras de partidos dirigidos en el conjunto naranja. Empatará los 100 duelos que dirigió Sergio García, su predecesor en el cargo, y solo tendrá por delante a otros dos entrenadores históricos del club: Tito Díaz (135 duelos) y Antonio Pérez Caínzos (222 encuentros).

El entrenador burgalés desembarcó en A Coruña en verano de 2022 con la vitola de fichar a un entrenador experto en ascensos. Subió al San Pablo Burgos en 2017 y lo mantuvo en la máxima categoría al año siguiente. En 2021 llevó de vuelta a la élite al Breogán. Tras un paso amargo por el Estudiantes, Epifanio recaló en un Leyma decidido a dar el definitivo pase adelante hacia la élite. «No tengo una varita mágica», advirtió en su presentación hace más de dos años y medio. Se rodeó por el cuerpo técnico de confianza: Román Gómez y Carlos Penedo (ayudantes), Fran Fernández (delegado), Carlos Lariño (médico), Gus Gago (preparador físico), Bruno Camblor y Eduardo Seoane (fisioterapeutas).

Con o sin poderes sobrenaturales, el conjunto coruñés logró en la primera temporada de Epi una racha triunfal de récord. Nueve victorias consecutivas ayudaron a alcanzar el tercer puesto en la liga regular, su mejor clasificación hasta ese momento. El sueño se truncó en la eliminatoria del play off de ascenso contra el Gipuzkoa, pero la llama siguió intacta.

El proyecto dio otro paso adelante, con Epi y buena parte de la plantilla como los pilares sobre los que, sin saberlo, se estaba construyendo en ascenso a la máxima categoría. Los naranjas arrancaron con buena marcha la liga y, como premio, tuvieron la opción de disputar su primer título nacional. La derrota en la Copa Princesa contra el Estudiantes dejó al club sin trofeo, pero allanó el camino hacia el objetivo mayor. Los soldados de Epifanio mantuvieron el tipo y la presión en lo alto de la tabla. No se achantaron ante la presión de Burgos, Lleida y Estu hasta desatar la fiesta naranja con al vencer en la última jornada en su visita a Melilla. «Soy un afortunado por entrenar a estos monstruos», reconoció el burgalés en la fiesta del ascenso en la explanada de Riazor, entre cánticos de la afición pidiendo su continuidad en la nueva aventura que tenía por delante el club.

Después de 68 partidos de liga en LEB Oro, cuatro de play off de ascenso y uno de Copa Princesa, el técnico fue el primero en sumarse al debut naranja en la ACB. Le siguieron buena parte del grupo con el que orquestó el ascenso. Juntos le dieron la primera alegría al Coliseum en un estreno de ensueño con el triunfo ante el Real Madrid en el último minuto.

Las 25 jornadas posteriores no han sido un camino de rosas. Cuatro triunfos más y 21 derrotas han relegado al Leyma a la última posición y el descenso a Primera FEB está cada vez más cerca. «Sabíamos que era difícil y exigente (el reto de salvarse), en el que no solo vale acertar, sino que también hay que tener un pelín de suerte», reflexionó con frustración Epi tras la derrota ante el Breogán hace unas semanas. Acabe como acabe el año de debut del conjunto coruñés en la ACB, el viaje comenzó hace 99 partidos, el día que Diego Epifanio se sentó por primera vez en el banquillo del Leyma.