93-89 | El Leyma se contenta con un triunfo sufrido

Ganar sin sufrir parece una quimera para un Leyma Coruña que, en el último cuarto, estuvo a punto de estropear su mejor actuación defensiva de la temporada. El conjunto coruñés sumó su sexta victoria de la temporada al doblegar (93-89) al Covirán Granada en el Coliseum. La actuación coral de un equipo, que defendió como nunca y atacó en coro como los grandes casi se ve empañada por el amago de remontada de los visitantes. Los naranjas apretaron los dientes para llevarse el triunfo y amarrar, por un punto, el average que le permite salir de la última posición de la tabla.

Diego Epifanio cumplió cien partidos en el Leyma Coruña con un triunfo que forjó con un quinteto inicial, de nuevo, con cambios. El burgalés volvió a dejar fuera de la lista a Thomas Heurtel, Ángel Núñez y Augusto Lima y recuperó a Goran Huskic para la causa. El conjunto coruñés sabía que estaba obligado a ganar para «defender el escudo», eso a lo que tanto apela su entrenador desde hace unas semanas.

Karlis Silins, el último en llegar, fue el que mejor lo ejemplificó desde el salto inicial. El letón disfrutó de su primera titularidad en el Leyma y dejó, de nuevo, sensaciones positivas en la pista. Abrió el marcador con una jugada interior, la segunda que intentó, y se asoció con Taylor, con roles cambiados, para que el base anotase una bandeja bajo el tablero. El californiano, enchufado, cuajó otro buen inicio de encuentro con un triple (7-5). El Granada, por su parte, se aferró a las virtudes de Rousselle y Noua para mantenerle el pulso a los pupilos de Epi.

Los naranjas lograron esmerarse en defensa e hilar jugadas de nivel. Burjanadze aprovechó un ataque largo para finalizar con una buena suspensión interior, mientras que Lundqvist sacó petróleo de un rebote de Silins al galopar a la velocidad de la luz hasta el aro rival (11-7). La inspiración de los naranjas, que no cedieron el control del partido desde las primeras posesiones, siempre tenía una respuesta del conjunto andaluz. Valtonen se echó su equipo a la espalda con cinco puntos consecutivos para empatar (15-15). Guerrero, con unos tiros libres, puso en ventaja a los de Pablo Pin en el ocaso del cuarto, aprovechando varios ataques dubitativos del Leyma cuando entró Goran Huskic. Thompkins y Aleix Font recuperaron terreno en el último minuto, pero Guerrero, de nuevo, apareció para poner las tablas sobre la bocina (21-21). Empate circunstancial en un primer parcial en el que el Coliseum protestó las sanciones rigurosas del trío arbitral.

Las mejores victorias tienen siempre héroes inesperados y, en esta ocasión, el Leyma se encomendó a Aleix Font. El catalán ya anotó en el final del primer cuarto y firmó un inicio sensacional en el segundo. Nueve puntos en apenas cuatro minutos sobre la pista le permitieron liderar al Leyma rumbo a los seis puntos de ventaja (30-24) en un parcial de 7-0. Los nazaríes, contrariados por verse incapaces de hacerle daño a la defensa del Leyma, más acertada que en las últimas ocasiones, se vieron obligados a pedir un tiempo muerto.

Ubal comandó la reacción de un Granada que aceptó entrar al trapo en decisiones polémicas. Rifirrafes que no escalaron a mayores perjudicaron a un Leyma al que los challenge nunca parecen darle la razón. Los colegiados sancionaron como falta un codazo de Diagne a un rival cuando trataba de recibir un balón en la pintura. En la siguiente defensa le señalaron otra falta en el intento de tapón. En los tiros libres de Valtonen ocurrió la peor desgracia de los naranjas en el partido. Trey Thompkins se hizo daño en la rodilla cuando le cayó encima Diagne en el intento de rebote tras el tiro libre. El alapívot se marchó directo al vestuario. Cuando el Granada trató de aprovechar el bajón de los naranjas y se puso 32-30 gracias a Bhezanishvili y Noua, Scrubb, Burjanadze, Barrueta y Taylor salieron al rescate. Los cuatro comandaron a los naranjas para asegurar la ventaja al descanso (45-40).

El triple con el que Valtonen abrió el tercer cuarto y la segunda parte pudo invitar al Leyma a sufrir, a quebrarse o a ponerse nervioso, como ya le pasó en su visita a la ciudad de la Alhambra. Sin embargo, en esta ocasión los naranjas mostraron mayor madurez. Cerraron a cal y canto su zona como pocas veces esta temporada y buscaron puntos en manos poco habituales. Beqa Burjanadze, obligado a dar un paso al frente por la lesión de Thompkins, brilló en facetas en las que apenas ha tenido oportunidad de lucirse esta temporada. Presionó, tiró, palmeó y robó para liderar un parcial demoledor del Leyma. 8-0 en unos pocos minutos permitieron al Coliseum ver los dobles dígitos de ventaja (53-43). El Granada intentó cambiar la dinámica y Ubal, de nuevo, fue su hombre. De poco sirvió. Los naranjas, estaban encomendados a la misión de ganar sin sufrir. Aguantaron el chaparrón, apretaron los dientes en defensa y castigaron, lento pero seguro, en cada ataque. Sin estridencias, sin más liderazgo que el de todas su piezas y con Thompkins vestido de calle y con hielo en su rodilla en el banquillo, el Leyma cerró el tercer cuarto acariciando la sexta victoria de su historia en la ACB (71-59).

Hizo falta dar el callo en un último cuarto en el que el Granada no había dicho su última palabra. Los andaluces presionaron, corrieron y atacaron el aro con el ansia de remontar. El Leyma perdió la solidez que le había acompañado durante media hora. Valtonen y Bhezanishvili lo aprovecharon para ponerse a tiro de una canasta para empatar (89-87) a dos minutos para la conclusión. Con más suspense del requerido, Huskic y Taylor anotaron los tiros libres a los que se encomendó el Granada. Consiguieron cuatro puntos de renta (93-89) para celebrar, sobre la bocina, la sexta victoria de la temporada. El Leyma sale del farolillo rojo tras un día en el que logró tres cuartos soberbios en defensa.