91-104 | El Leyma Coruña se congela y pierde su penúltimo partido en casa en la ACB

Algún silencio tácito y las habituales expresiones de frustración, por errores propios y por decisiones arbitrales, envolvieron el penúltimo partido del Leyma Coruña en el Coliseum en la liga ACB. Los naranjas cayeron (91-104) ante un Morabanc Andorra que fue muy superior y supo capitalizar la calidad ofensiva de Harding y Okoye. La buena actuación de Burjanadze o el arrojo de Alonzo Verge en su debut con la camiseta naranja no sirvieron para evitar la enésima decepción de la parroquia coruñesa. El Leyma se sintió congelado y sin alma y gastó la penúltima bala para brindarle una última alegría a su gente.

El partido más triste desde el debut en el Coliseum, con el descenso ya consumado, obligó al Leyma a esforzarse por sacarle una sonrisa a su afición, a pesar de haber perdido ya la esperanza de la permanencia. En ello se empeñó Beqa Burjanadze, el jugador más entonando desde el inicio del partido. Suyos fueron los ocho primeros puntos del conjunto naranja, que sirvieron para paliar los estragos que causó en cada ataque Jerrick Harding. El base del Andorra hizo de la pintura su patio de juegos y lideró la ventaja de los del Principado. Okoye, más certero en el perímetro, dejó en insuficientes los aciertos de Jakovics y Barrueta y concluyó el primer cuarto 18-26.

El Leyma necesitaba soluciones en el segundo cuarto. El capitán, Álex Hernández, intentó ofrecerlas en su partido con más minutos de toda la temporada. Sin embargo, Kuric y Lammers elevaron la diferencia por encima de los diez puntos (24-35) y obligaron a Epi a pedir un tiempo muerto. El técnico metió en pista al debutante Alonzo Verge. El norteamericano agitó el ataque naranja con una asistencia a Huskic y un par de genialidades en el tiro. Harding y Okoye echaron por tierra las esperanzas del Leyma, pero Beqa, con un tiro sobre la bocina del descanso, se negó a bajar los brazos (46-59).

En un partido que se puso muy cuesta arriba en el primer tiempo, el Leyma no consiguió enderezar el rumbo en el segundo acto. Los fallos, la frustración y, por instantes, el caos se apoderaron de los jugadores naranjas y permitieron al Andorra amasar una renta cada vez mayor. Los del Principado llegaron a mandar por 18 puntos de ventaja antes del ecuador de un tercer cuarto en el que volvió a mandar Harding. El criterio arbitral, más punitivo con los coruñeses que con los visitantes, no ayudó a evitar que el Andorra sentenciase el duelo falta de diez minutos (61-78).

Con poco que perder y menos que ganar, el Leyma afrontó el último parcial con la misión de encontrar algo de luz en ataque. Álex acompañó con sus pases a un Beqa incansable en el tiro. Verge, que regresó a la pista en los últimos minutos, también encontró en buenas posiciones de tiro a sus compañeros. El esfuerzo solo sirvió para maquillar un marcador que volvió a lucir tres cifras de puntos en contra (91-104). Una oportunidad menos para despedirse de la máxima categoría con una última alegría.