balonmano | ‘Play off’ de ascenso a División de Honor Plata

42-26 | El OAR, de milagro en milagro hasta ser de Plata

De la remontada a Sant Joan y el empate imposible ante el Zaragoza hasta la goleada improbable a La Salle que le da un ascenso en casa

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

Hace tiempo que al OAR Attica 21 se le ha quedado pequeño el San Francisco Javier. Por lo que gana, por lo que transmite, porque es una pista en la que no hay imposibles. Y la mejor demostración ha sido este fin de semana en el que se ha jugado la fase de ascenso en suelo coruñes. Donde algunos verían presión, el OAR ha sentido fuego interior para elevarse ante todas las dificultades que se le han presentado. Primero esa remontada ante Sant Joan (29-28) cuando iba nueve abajo, luego ese empate a Zaragoza (24-24) cuando solo restaban cuatro segundos y ayer la goleada más improbable ante Lasalle (42-26) que le da un ascenso a División de Honor Plata, el deseo de un equipo que pretende despegar en el balonmano nacional y que germine la semilla del deporte en A Coruña.

Y eso que la mañana había empezado de la peor manera posible. El equipo coruñés necesitaba mejorar el resultado de los maños o neutralizar una diferencia de ocho goles que ya le llevaba sin saltar a la pista. Sin perder ningún partido y en casa, se podía quedar sin ascenso. Demasiado cruel. El Balonmano Zaragoza tuvo un plácido partido y doblegó a Sant Joan por un 42-35 que obligaba al equipo de Nando González a vencer su duelo y hacerlo por una diferencia de 16 goles. Un imposible, o eso parecía.

Los primeros compases no fueron nada sencillos para los coruñeses, ya que los andaluces se mantenían en el duelo y querían presentar batalla, aunque la victoria del BM Zaragoza le había dejado sin opciones. Hasta estuvo por delante en el (5-7), el OAR no pudo irse más allá de cuatro goles en ese primer acto para llegar al descanso con un 19-16 que no presagiaba nada bueno.

En la segunda parte el OAR fue un ciclón, con todo lo bueno y malo que tiene. Lasalle encalló y los goles no subían a su marcador y sí al de los coruñeses. En un abrir y cerrar de ojos ya empezó a coquetear con la barrera de los diez goles (28-18) y el San Francisco Javier entró en efervescencia, creía más que nunca. El ascenso parecía imparable, a pesar de algún momento de flaqueza que le llevó a ganar solo de ocho. Con el 40-26 vislumbraba la orilla. El fichaje de Ángel Iglesias se reveló como primordial al conseguir 13 de los tantos coruñeses, entre ellos el 42-26 a falta de tres minutos que fue definitivo y que valió un ascenso. El OAR y A Coruña son de plata.

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