El Leyma concluye un curso terrorífico a domicilio

El Leyma Coruña se despide en unos días de la liga ACB. Aunque no ha sido capaz de mantener la categoría en su primera experiencia en la élite, es imprescindible que esta dura temporada de debut sirva para aprender de los errores si, en el futuro, hay una segunda oportunidad. Los naranjas tienen mucho sobre lo que reflexionar tras una campaña con muchas dificultades. Una de las que más les ha lastrado, sin duda, son los números fuera de casa. El equipo coruñés ha pasado frío en demasiadas ocasiones lejos del Coliseum. La última, este sábado ante el UCAM Murcia. Es el peor visitante de la liga. Solo ha ganado dos partidos en 17 jornadas, contra el Lleida en el Barris Nord y ante el Girona en Fontajau. Estos números tan pobres, en los últimos años, son sinónimo de descenso. Las permanencias se consiguen en casa, pero se afianzan, también, a domicilio.

En las últimas diez temporadas hay muy pocos precedentes de equipos que hayan esquivado las posiciones rojas de la clasificación después de registrar unas cifras similares o peores que las del Leyma como visitante esta temporada. El Palencia el año pasado, el Gipuzkoa en 2021, el Breogán en 2019 o el Bilbao en 2018 se quedaron en solo dos triunfos fuera de su pista y se condenaron, así, al descenso a LEB Oro. El último precedente de éxito fue el Fuenlabrada. En 2022 salvó la categoría con solo dos triunfos fuera de su pista, pero al año siguiente, en 2023, se fueron al hoyo al conseguir una única alegría como visitantes.

La temporada 2016-17 fue la más casera de los últimos tiempos. Manresa bajó como colista tras acumular un único triunfo fuera del Nou Congost. El Zaragoza, con el mismo bagaje, y Andorra y Joventut, con dos victorias cada uno, evitaron la quema al final de curso, aunque no descendió nadie al no certificarse ningún ascenso desde la segunda categoría.

El Leyma ya conocía los precedentes de otros rivales, pero poco ha podido hacer para corregir sus malos registros a domicilio. Suma dos triunfos fuera y cinco conseguidos en el Coliseum (ante Real Madrid, Zaragoza, Lleida, Granada y Barça). El botín de triunfos pudo ser mayor si hubiese decantado a su favor duelos que tenía muy de cara a pocas posesiones del bocinazo final. Tuvo en sus manos las victorias en Granada y en Lugo, pero dejó escapar ambas. En el Olímpic de Badalona puso contra las cuerdas al Joventut, que se impuso finalmente en la prórroga.

En el polo opuesto, las visitas a la pista del Baskonia, Valencia y Andorra se saldaron con tres derrotas muy sonrojantes. Las dos primeras se colaron directamente en el libro de los récords de las mayores palizas en contra de la historia del equipo naranja. Si algún día vuelve a ACB, será fundamental aprender a hacerse fuerte a domicilio para aferrarse a la élite.