El Liceo quiere terminar los deberes en la olla a presión del Palau de Reus

Ambiente hostil, presión constante y música de viento. Eso es lo que le espera el viernes al Liceo en el Palau d’Esports de Reus (21.00 horas, okligatv) antes siquiera de que la bola empiece a rodar sobre la pista. El conjunto verdiblanco parte con una clara ventaja en el tercer duelo de las semifinales del play off de la OK Liga tras sus dos triunfos en Riazor y solo necesita una victoria en territorio catalán para confirmar su pase a la final por el título. El Reus, por su parte, se conjura con su gente para mantenerse vivo en la pelea y doblegar a los colegiales para forzar, como mínimo, un cuarto partido que se disputaría el domingo.

Los choques en la pista reusense nunca son sencillos. Los jugadores verdiblancos saben lo que es pasarlo mal en un pabellón que vibra con su equipo y empuja hasta el final, especialista, además, en crear ambientes irrespirables para las escuadras visitantes. Los partidos en el Palau d’Esports se juegan con los patines y con la cabeza. «Queremos la Bombonera de siempre, la de las grandes noches», declaró esta semana Candid Ballart, meta del cuadro rojinegro, consciente de la importancia del entorno para caldear el ambiente y meter presión al Liceo. Pero el combinado de Juan Copa es un equipo sin miedo. Un vestuario que cuenta con pesos pesados curtidos en mil batallas, como Dava Torres o César Carballeira —que jugó un par de cursos allí—, y los mezcla con jóvenes descarados que se crecen ante las hostilidades como Bruno Saavedra, Jacobo Copa o los argentinos Fabri Ciocale y Tato Ferruccio.

Los colegiales tienen la sartén por el mango. Los dos encuentros de A Coruña demostraron que son un equipo entero físicamente y que ha recuperado en el momento justo su mayor seña de identidad: la seguridad defensiva. Los jugadores coruñeses viajan a Cataluña para apretar los dientes y preparados para sufrir, mientras ceden toda la responsabilidad a la escuadra catalana, mucho más exigida en la eliminatoria. Este año, el cuadro liceísta vivió un duro revés en la pista rojinegra (cayó 8-2), pero en un partido intrascendente y sin nada en juego. El choque de esta noche tendrá poco o nada que ver con aquella penúltima jornada de la liga regular. En Riazor, el primer enfrentamiento deparó igualdad y el segundo fue un monólogo coruñés. En Reus, todo indica que los locales llevarán la iniciativa, amparados por su público, y los coruñeses intentarán aprovechar sus oportunidades mientras resisten el vendaval en la pista y en la grada.