Hockey sobre patines | OK Plata

De Manuel a Pablo, los Togores siguen al mando: «Dominicos continuará en la misma línea»

Pablo toma el relevo de su hermano al frente del primer equipo colegial en OK Plata | «El objetivo es estar lo más arriba posible», indica el nuevo entrenador

Pablo Togores, de negro por la izquierda, y Manuel, de negro por la derecha, en un entrenamiento este curso.

Pablo Togores, de negro por la izquierda, y Manuel, de negro por la derecha, en un entrenamiento este curso. / Iago López

A Coruña

El banquillo de Dominicos seguirá ligado al apellido Togores. La despedida de Manuel hace un par de semanas, abrió la puerta para que Pablo, que fue coordinador de la cantera y ya formaba parte del cuerpo técnico de su hermano, asuma las riendas del equipo de OK Plata. «Estoy muy ilusionado y muy contento, pero también siento una gran responsabilidad por coger un proyecto ya establecido, que lleva seis años en categoría nacional», afirma el nuevo técnico del conjunto de la Ciudad Vieja.

Su idea es darle continuidad al trabajo realizado por el anterior staff. «Tengo ganas de seguir la línea marcada por Manuel, que ha hecho un trabajo espectacular, y mantener la misma filosofía de juego», asegura. El club «valoró otras opciones», pero su amplio conocimiento de la metodología y la estructura de la entidad en general jugaron a su favor. También el soporte de su hermano, que le cedió el relevo encantado. «Lo hablamos durante la temporada entre nosotros, porque él ya tenía la idea de cerrar el ciclo. Tanto el club como yo tenemos su apoyo al 200%», confiesa.

La salvación de este curso fue difícil y sufrida: se logró en la última jornada, pese a la derrota en la pista de Sant Feliu. «Ha sido una temporada muy complicada, debe servirnos de aprendizaje», explica el técnico, aunque no teme que la sobrecarga emocional y física haya hecho mella en los jugadores para continuar. «El compromiso y el trabajo de grupo, aun cuando venían mal dadas y las cosas no salían, ha sido espectacular», comenta. Togores cree que, tras las vacaciones y el cambio de chip, los ánimos del vestuario volverán renovados: «Estoy convencido de que la energía será súper positiva desde el inicio». Un vestuario en el que no estarán Marcos Vaamonde, Iago López o el capitán, Manu Becerra. «Se van por circunstancias personales, no por otra cosa», aclara el entrenador sobre la salida de algunos de los pesos pesados dentro de la caseta.

La relación previa entre ambas partes implica que el proceso de adaptación a la nueva etapa sea más sencillo. «La pista lo dirá, pero creo que no va a ser difícil porque ya conozco a los jugadores, he hablado mucho con ellos estos años, y nuestra visión de juego es bastante similar», resalta el preparador coruñés. Pablo también explica que el cambio no será drástico. «Se variarán pequeños detalles que pueden marcar la diferencia, pero el equipo jugaba y competía bien», señala. Y añade que le gustaría ver un Dominicos «valiente», que se atreva a «buscar portería y ser agresivo» con el objetivo de «estar lo más arriba posible, siempre».

La meta a corto plazo es cerrar la plantilla lo antes posible para subirse a los patines en pretemporada sin ningún cabo suelto. «Cuento con tenerla lista esta semana», indica. Lo más latoso es organizar el calendario: «Hay que diseñar las sesiones y empezar a hablar con otros clubes para tener muchos partidos que nos permitan hacer pruebas y sacar las primeras conclusiones». En cuanto a plazos, eso sí, lo tiene claro: «Si por mí fuera, empezaba mañana». De Manuel a Pablo. De Togores a Togores. Dominicos sigue rodando.  

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