Entrevista | Fran Camba Analista de datos, ex de Obradoiro y Girona
Fran Camba: «Vamos muy por detrás de la NBA en el uso de los datos»
«El baloncesto cada vez será más intenso y los jugadores estarán al máximo cada segundo»

El analista de datos, Fran Camba. / Cedida
Fran Camba (Santiago de Compostela, 1972) es analista de datos en la liga ACB con Obradoiro y Girona. Este jueves (19.00 horas) participa en una conferencia sobre IA y deporte que la Universidade da Coruña organiza en el Club Cámara Noroeste.
Participa en el ciclo Humania del Consello Social de la UDC. ¿En qué consistirá su charla?
Desde hace unos años hay una mayor capacidad para recolectar datos, pero no estaban bien explotados. Ahora, con las nuevas técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático, hay clubes que empiezan a emplearlos bien. Yo en la charla voy a exponer un modelo predictivo sobre una acción concreta de juego, lanzar a canasta, que permite optimizarla para que sea más productiva. Voy a explicar por qué es importante que el cuerpo técnico tenga información sobre los lanzamientos y la probabilidad que tienen de entrar, como se construye ese modelo y como lo usamos nosotros para optimizar esa faceta del juego.
¿Cómo nace su relación con la estadística vinculada al deporte?
Por formación. Yo soy físico y practiqué deporte toda mi vida, estoy relacionado con el baloncesto desde siempre. En 2015 la Liga ACB me llama porque quiere abrir un departamento de analítica de datos y me incorporo a trabajar con ellos. Del 2015 al 2024 en el Obradoiro y esta última temporada estuve trabajando para el Girona.
Siempre muy ligado a Moncho Fernández.
Eso es, justo. De hecho, él es quien me llama porque muestra interés. Es un entrenador que intenta estar en la vanguardia a todos los niveles: preparación física, fisioterapia, psicología… Es un apasionado de su profesión. Cuando empieza a moverse el tema de los datos, supo que yo estoy en ese mundo y empecé a trabajar con él.
Cuando formó parte de esos cuerpos técnicos, ¿cuáles eran sus funciones?
Hay dos vías. Una es la dirección deportiva, con el seguimiento de jugadores y posibles incorporaciones con perfiles que necesita el equipo. Y la otra es el trabajo directo con el resto del staff para modelar las diferentes situaciones de juego. Están los informes sobre los equipos contrarios, análisis de jugadores rivales, el estudio de tus propias fortalezas y debilidades… Es una herramienta más para elaborar el plan de partido.
¿Qué papel juega actualmente la inteligencia artificial en el baloncesto profesional?
Estamos todavía por detrás del fútbol. Primero, porque la capacidad para generar datos en ambos deportes es diferente. Se necesitan infraestructuras muy caras que, en baloncesto, no son accesibles. Hay casos claros de clubes de fútbol que cambian su destino porque apuestan por los datos y por elaborar modelos predictivos que les permiten sacar ventajas competitivas sobre sus rivales. En baloncesto, el impacto no es tan grande. No podemos acceder a números tan complejos que modelen tan bien el juego. Es un paso que hay que dar.
¿La atención a la estadística perjudica a la espontaneidad?
El juego cada vez es más rápido, más vistoso, más emocionante y está abierto a más sorpresas. Cada vez es más interesante. Yo soy aficionado al fútbol y el modelo de juego evoluciona, no tiene nada que ver la forma en la que se jugaba hace diez o doce años con la de ahora. Los equipos juegan así porque saben que hay que jugar así, porque los datos dicen que es la manera de rendir mejor. Y esa evolución lo convierte en un deporte más divertido. En baloncesto está pasando lo mismo. Cada vez es más dinámico, hay muchos más cambios y rotaciones. Eso favorece al espectador. Los staffs técnicos tienen una influencia clarísima en este progreso.
¿Cuáles son los retos a corto plazo del baloncesto?
Cuando seamos capaces de extraer datos vía imágenes de televisión, que estamos cerca, daremos un importante paso adelante. Es lo que nos falta, el acceso a ese dato más fino, más granular, de lo que ocurre en el juego. Los datos provocan que los partidos tengan menos pausas, ya no hay segundos vacíos. La tendencia es que el baloncesto cada vez será más intenso y los jugadores están al máximo nivel cada segundo que están en la pista porque estarán pasando cosas todo el tiempo. En fútbol, por ejemplo, ya casi no hay saques de puerta en largo, son en corto y con el rival presionando. El básquet va en la misma línea. A cargar mucho el rebote ofensivo o que el balance defensivo empiece a tres metros de la canasta rival y no en media pista. Eso dinamiza muchísimo.
¿Cuál es el nivel de España respecto al de la NBA?
La NBA tiene una estructura similar al fútbol, es otro mundo, vamos muy por detrás en el uso de los datos. Pero si hablamos de baloncesto FIBA, España está a la vanguardia, como en muchísimas otras cosas. Hay muchos equipos que apuestan claramente por tener un analista de datos en la plantilla y por extraer estadísticas para mejorar el rendimiento. No es ningún secreto que varios equipos de ACB le dedican parte de su presupuesto.
¿Hay algún aspecto que nunca podrá reflejarse en los números?
Sí, muchos. Al final, lo que hacemos son modelos que intentan reflejar lo mejor posible la realidad. Es como la predicción del tiempo. Que nosotros tengamos un modelo no significa que seamos capaces de decir qué pasará exactamente en el juego. Tendremos una ventaja a largo plazo, porque la probabilidad funciona a la larga, pero ahí entrará la lucha por hacer el mejor trabajo posible para influir en el juego.
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