Carlos Martínez se consagra en la cima de la Copa del Mundo de 3x3

El coruñés Carlos Martínez decidió hace cuatro años dejar el baloncesto tradicional, en el que llegó a instalarse en equipos de LEB Oro como el Leyma Coruña, para centrarse exclusivamente en el 3x3. La modalidad que se estrenó a nivel olímpico en Tokio 2020 revivió su pasión por el deporte. «Me ayudó a recuperar la confianza para volver a sentirme jugador», reconoció en una entrevista con LA OPINIÓN hace diez días, antes de viajar a Ulan Bator, la capital de Mongolia, para disputar la Copa del Mundo de 3x3. Ahora, Carlos Martínez vuelve a casa con el orgullo de haber liderado a la selección española a su primer título mundial en la modalidad de la que tanto se enamoró y en la que centró su carrera hace cuatro años.

«La Selección lleva cinco años sin participar en una Copa del Mundo», comentaba el jugador coruñés a pocos días del debut en el torneo en país asiático. Con la ilusión por bandera, el equipo nacional se centró en ganar el partido inaugural, contra Suiza. Lo hicieron, sin saber que sería, también, el rival al que tendrían que derrotar, ayer, en la final. Pese al buen arranque, dos tropiezos en la fase de grupos condenaron a España a pasar como tercera a octavos de final.

Carlos Martínez: «El 3x3 me ayudó a volver a sentirme jugador»

Aunque Martínez no se veía con el cartel de favorito, prometió «dar guerra». Junto con sus tres compañeros, Guim Expósito, Diego de Blas e Iván Arrecoechea, cumplió su advertencia en todos y cada uno de los encuentros de las rondas eliminatorias. España doblegó sin contemplaciones a Australia (21-10) en los cuartos de final en una actuación excelsa del jugador coruñés. Aportó 9 puntos y 3 rebotes. Este sábado el equipo español venció a China para meterse de lleno en la lucha por las medallas, en la que tampoco falló.

España arrancó ayer la jornada decisiva de la Copa del Mundo con una importante victoria en semifinales contra Alemania (21-15) para asegurarse la plaza en la final contra Suiza. En el duelo de la verdad, Carlos Martínez asumió el liderazgo del equipo desde los primeros ataques. Un triple del coruñés inauguró el marcador de España y su segundo acierto desde el perímetro ayudó a consolidar la ventaja y acongojar a los suizos, que se mostraron erráticos en los primeros compases del encuentro.

El conjunto helvético nunca bajó por completo los brazos, ni siquiera cuando se vio cinco puntos abajo pasado el ecuador del encuentro. Remaron hasta ponerse a una posesión de diferencia, pero España mantuvo la calma. Los 12 puntos de Diego de Blas encarrilaron el partido e Iván Aurrecoechea, con un mate implacable, sentenció el triunfo (21-17) y desató la fiesta y las lágrimas de Carlos Martínez, que celebró tendido en el suelo la primera Copa del Mundo de 3x3 en el palmarés del baloncesto español. La decisión arriesgada que tomó hace cuatro años le ha llevado, ahora, a la cima del mundo.