Entrevista | Carlos Martínez Campeón del mundo de baloncesto 3x3

Carlos Martínez: «El premio para uno mismo es merecértelo, antes que ganar»

«En tres horas, desde la semifinal hasta la final, nos vimos campeones del mundo»

Carlos Martínez.

Carlos Martínez. / FEB

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

A Coruña

Carlos Martínez (A Coruña, 1996) digiere poco a poco el hecho de que, desde este domingo, le llaman campeón del mundo. Hace cuatro años dejó el baloncesto convencional para centrarse en el 3x3, una modalidad en la que acaba de alcanzar la cima con la selección española.

¿Cómo sienta el título de ‘campeón del mundo’?

Poco a poco te lo vas creyendo más. Han pasado poco más de 24 horas y todavía cuesta creerlo cuando me dicen que soy campeón del mundo. Es más que un sueño, no estaba ni en los mejores pronósticos. España tiene dos oros en 5x5 y, ahora, uno en 3x3. Ser parte de ello es un sueño. Hace cuatro años lo apostó todo por esta modalidad.

¿Este éxito refrenda aquella decisión?

El resultado no siempre lo es todo. Aunque tomes una decisión adecuada y te encuentres en el camino correcto, a veces no puedes controlar lo que sucede. Creer que te mereces algo no implica que vayas a conseguirlo. El éxito es ser mejor cada día a nivel personal y profesional. Luego, si se junta la suerte y un día ganas, ocurre esto, que te ves campeón del mundo y no hay mucho más por encima.

No se vieron como favoritos, pero prometieron dar guerra.

Eso es lo que hemos hecho. Íbamos allí a pelear y a darlo todo para mejorar todo lo que pudiésemos durante el torneo, sin apegarnos al resultado. Lo que hemos conseguido es muy difícil. Nuestra selección femenina es referente a nivel mundial y favoritas siempre, pero llevan cinco mundiales cayendo en cuartos de final. Son doce días de competición donde gana el equipo que aguanta mejor. En octavos de final encontramos un estilo de juego que nos ha hecho pasar rondas. En tres horas, desde la semifinal hasta la final, nos vimos campeones del mundo. Es muy loco pensarlo.

¿Qué pasó por su cabeza?

No sé exactamente lo que pensé, es algo indescriptible. El premio para uno mismo es hacerlo lo mejor posible y merecértelo antes que ganar. Hay mucha gente que lo merece y no lo consigue. Hasta hace unas horas no había conseguido algo así y siempre lo veía en tercera persona. En ese momento que lo consigues te emocionas y piensas en tu gente. No pienso en el sacrificio, porque es algo que hago porque yo quiero, sin una pistola en la cabeza.

Se marchó a jugar a Suiza y les ganó la final a ellos.

Ellos tampoco eran favoritos. Ninguno de los dos estábamos en entre los diez mejores y ambos llegamos a la final. Les ganamos en el primer partido, pero ellos se pusieron luego las pilas y les volvimos a vencer por el oro. Ha sido bastante épico.

¿Qué sigue en su carrera?

Lo próximo es seguir la temporada con el Lausanne, mi equipo de World Tour. Mantendré la alegría por este éxito sin perder el foco. Con la selección, a largo plazo, pensaremos en las clasificaciones para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

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