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Hockey sobre patines | OK Liga

Bruno Saavedra reclama el sitio que tenía reservado

Lleva cinco goles, la mitad que en toda la liga pasada | Su doblete en el Palau, una declaración de intenciones | Acaba contrato en junio

Bruno Saavedra celebra un gol con César Carballeira. |  Iago López

Bruno Saavedra celebra un gol con César Carballeira. | Iago López

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

Cuando el Liceo fichó hace algo más de dos años a Bruno Saavedra sabía que tenía entre manos al «mejor jugador de su generación a nivel mundial». La seguridad era tal que Antón Boedo, director deportivo del club verdiblanco, no le importó verbalizarlo en 2024. Unos meses después, a pesar de que el santiagués no había salido aún del cascarón, se reafirmó al considerarlo «un talento generacional», aunque con el pero de que «no» era «fácil de gestionar para nadie, ni para Copa ni para el seleccionador nacional» en alusión a su ausencia entonces con España sub 23. El potencial estaba ahí, nadie lo dudaba. Pero muchas veces no llega. Eso sí, Bruno Saavedra se está encargando, en este inicio de temporada, de demostrar que es algo más un promesa. Una realidad irrefrenable, sin techo y que llena los ojos de cualquier aficionado al hockey.

Cinco goles en cinco partidos de OK Liga, con un doblete ante el Barça en el Palau. Una declaración de intenciones. De él y del propio Liceo, que ahora es líder. Dos robos, uno para inaugurar el marcador y otro para romper el duelo con el 1-4. A este doblete se suman otros dos goles ante el Rivas en el Palacio y el primer gol del curso en una genialidad desde detrás de la portería ante el SHUM. Puro Saavedra.

El ex de Dominicos lleva ya más de la mitad de los tantos de la pasada campaña (cinco por nueve) y eso que el pasado ejercicio disputó 22 partidos. Solo le supera en la 25-26 César Carballeira, con seis, en su equipo. Y en la OK Liga domina Gerard Teixidó, del Voltregà, con siete. La primera campaña en el Liceo de Bruno se vio lastrada por la grave lesión en los huesos escafoides de una de sus manos que le llevó a pasarla prácticamente en blanco.

La eclosión de Bruno Saavedra llega justo en el momento en el que afronta los últimos meses de contrato con el Liceo. En 2023 se comprometió por tres temporadas, hasta este próximo mes de junio. El santiagués está en el Liceo porque ese es su deseo expreso, porque ya cuando cambió la Ciudad Vieja por el Palacio tenía mejores propuestas de otras latitudes. En esta ocasión seguro que no será menos, pero el conjunto verdiblanco jugará sus cartas de nuevo por un jugador por el que apostó y al que colocó y mantiene en el olimpo de los jóvenes. El Palacio aguarda aún una mejor versión.

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