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Baloncesto | Liga Femenina 2

Josefina Zeballos, la insistencia de Maristas y una bisabuela de A Coruña

La uruguaya, una anotadora impenitente, reconoce que algo le llamaba desde hace tiempo en la ciudad y en el proyecto, y vio que era el momento: «Necesitaba un cambio de aires»

Josefina Zeballos entra a canasta ante Manresa. |  Iago López

Josefina Zeballos entra a canasta ante Manresa. | Iago López

Daniel Abelenda

A Coruña

Josefina Zeballos y Maristas parecían predestinados y no solo porque todo fluya desde que la uruguaya pisa el parqué en A Coruña, sino porque hay conexiones visibles e invisibles que hacen inevitable que los caminos se acaben entrelazando. De momento, es la máxima anotadora de un Maristas humilde a la par que ambicioso, que cuenta sus tres partidos por victorias, aunque la historia de ambas partes empezó mucho antes por la insistencia del club y por lazos familiares.

«Yo tengo la nacionalidad española, gracias a mi bisabuela, que era justamente de acá, de A Coruña. Por ese lazo familiar, era muy importante para mí y para mi familia también tomar esa decisión», apunta la charrúa de su aterrizaje de pie en la ciudad, en el colegio y en un proyecto de Liga Femenina 2 que aspira a todo. Pero no todo venía en la sangre, también hubo que tirar de pico y pala, apostar por no rendirse en contrataciones que se resistían: «El contacto con Maristas ya lo había tenido en 2022 con Fer (Buendía) y, por distintos motivos, no se pudo concretar. Necesitaba tal vez cambiar de aires y la propuesta de Maristas me gustó mucho, el proyecto que tiene como el club. Estoy contenta de estar acá», reafirma quien se alimenta también de los intangibles y de lo que le transmite un ambiente ambicioso, de aprovechamiento y muy específico de baloncesto: «Siento que es un club que, tal vez, no tiene los mejores recursos porque en Liga 2 no los hay así con muchísimos recursos, pero que los que tiene, los aprovecha. El trabajo y el esfuerzo yo creo que son la base de todo, a mí me encanta todo lo que ha logrado Maristas. Sacrificio, no conformarse, siempre ir a por más. Soy una persona que le gusta trabajar en esos aspectos y, además, la interacción que tenemos con el colegio es muy linda, compartir con los chicos».

Ya llegó a España como MVP de su país, Uruguay, quien buscaba abrirse un hueco bajo los aros en una tierra en la que todo evoca al fútbol. A Zeballos todo le viene de herencia familiar, también el amor por el baloncesto que ahora despliega en A Coruña. «Empecé desde muy chiquita», advierte de una querencia por el deporte en general, aunque luego encontrase un camino único: «Siempre he practicado varios, natación, atletismo, fútbol, baile..., cuando era más chica, pero mi hermano jugaba al básquet. Hoy en día es entrenador y es más grande que yo. Él ya jugaba en el club de donde somos nosotros (Montevideo), yo iba a ver los partidos y después entré al club y tuve que tomar una decisión y elegí el básquet, que era lo que más me divertía y hasta el día de hoy no me arrepiento», reafirma de una pasión que le ha traído a A Coruña y que en Uruguay le llevó a compaginar las modalidades de 5x5 y 3x3, incluso a nivel de selección, una doble vertiente que considera que le ha enriquecido en pista: «(Las modalidades) son totalmente diferentes, me gustan ambas. Si tengo que elegir, creo que elijo el 5x5, pero el 3x3 es muy divertido también. Al competir ya es muy distinto, porque el 3x3 es intenso y el 5x5, también. Se utilizan distintas técnicas de defensa y de ataque», razona reflexiva.

Una formación ecléctica que, a sus 22 años, usa ahora en beneficio de Maristas y de un Fernando Buendía, su técnico, que le aprieta en el día a día: «Me pide siempre intensidad en la defensa, muchísima intensidad, que corramos mucho y que organice al equipo, entonces yo creo que vamos por buen camino», razona quien reconoce sus puntos fuertes, aunque tampoco se relaja. «Me gusta siempre seguir trabajando y mejorando. El tiro es una fortaleza, siempre intento mejorarlo y ponerme a disposición de lo que necesite el equipo en determinados momentos. Personalmente quiero seguir puliendo todos los detalles que me faltan, que yo creo que son muchísimos. Quiero seguir mejorando y ayudando al equipo en lo que más necesite, no conformarnos con nada», apunta mientras aguarda a cobrárselas: «Yo creo que el trabajo siempre paga, ya se verá a final de temporada. No me gusta hablar antes de tiempo, pero si trabajamos muy duro como lo venimos haciendo y seguimos mejorando y nos mantenemos humildes, podemos lograr grandes cosas», avisa una de las líderes de un nuevo Maristas que tiene, entre ceja y ceja, la Liga Challenge.

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