Llegar y besar el santo. Así se pueden resumir los primeros minutos de Nélson Oliveira en el Deportivo. El ariete luso marcó en el descuento un precioso tanto de vaselina, chapéu (sombrero) como lo nombró él en portugués. Aunque feliz con su debut, aseguró que lo importante era el nivel colectivo. "Estoy contento con mi estreno en la Liga española, pero más por el buen juego del equipo", admitió el punta, que aseguró que su celebración fue algo espontáneo. "Fue una mera brincadeira. Mis amigos en el banquillo lo estaban haciendo y yo lo repetí", comentó.

Pese a que las imágenes de su gran tanto traspasaron las fronteras españolas y periódicos portugueses como Record y A Bola se hicieron eco de su puesta de largo con los blanquiazules, Oliveira quiso restar trascendencia a la diana. "Para los delanteros es importante hacer goles, pero no hay goles bonitos o feos. Hay goles y punto", zanjó el punta oriundo de Barcelos.

El delantero justificó la finalización y aseguró que no lo tenía pensando, pero fue "cosa del momento". "Creí que tenía buenas condiciones para hacer una vaselina y felizmente me salió bien. Me sentí feliz y orgulloso al verla repetida", comentó el ariete, que no obstante, reconoció que aún le falta para alcanzar su pico de forma. "Aun no estoy al máximo de mis capacidades, llegué de la Eurocopa con solo cinco días de entrenamiento", declaró el futbolista.

A pesar de que desde Portugal son muchas voces las que arremeten contra el Benfica por haber dejado salir al jugador, Oliveira huye de las polémicas. "Estoy muy contento por estar en el Deportivo, por la oportunidad de poder jugar en la mejor Liga del mundo y no estoy pensando en el Benfica", reseñó.

Tuvo, además, palabras de agradecimiento para los seguidores deportivistas. "Ya me habían hablado los compañeros de que la afición es muy buena, nos apoyó mucho y esperemos que nos sigan animando", deseó el nueve, que, aunque no literalmente, se quitó el sombrero ante la grada con un tanto que quedará para siempre grabado en la retina de Riazor.