El imparable crecimiento del Deportivo no es óbice para que en Riazor pervivan algunos clásicos, José Luis Naya es uno de ellos, es la voz del Estadio, la que avisa cuando un vehículo "extorsiona" la salida de otro o ilustra sobre las alineaciones. Muchos le critican desconocedores de que sin él el fútbol en A Coruña no sería lo mismo.

-Ahora que están de moda los speakers, su voz suena como la del locutor clásico, ese que ya no se estila en la radio.

-Es que yo vengo de ese mundo. Trabajé con Santiago Vilariño en Radio Juventud Hacíamos La ballena alegre , un programa para niños al que al final venían más madres que niños. Recuerdo que actuábamos de payasos Francisco Gutierrez, el propio Vilariño y yo. Éramos Pim, Pam y Pom . Fue Vilariño el que me dio la posibilidad de trabajar en el estadio

-¿Hace cuánto de ello?

-Casi ni me acuerdo, 29 o 30 años. La megafonía la hacía él, pero empezó a serle incompatible con la radio y me pidió que le relevara.

-Eran otros tiempos, ahora en los acontecimientos deportivos están de moda los showman.

-Bueno, yo coincido ahí con Lendoiro que nunca quiso ese tipo de megafonía. Este es un trabajo mucho más serio de lo que parece, un servicio para el equipo y el público.

-Y sin embargo le critican ¿Cómo lo lleva?

-No me importa mucho. La gente va al fútbol a pasarlo bien y entiendo que me echen algunos fallos en cara. No es por disculparme, pero este año los números de los jugadores apenas se ven y el resto de errores suelen explicarse porque las alineaciones vienen equivocadas y yo me fío del papel porque, aunque ya vas conociendo a los jugadores, desde lo más alto de Tribuna no se ven muy bien. Yo es difícil que me equivoque.

-Igual no está en una ubicación adecuada.

-Que va. Estoy como un rey. Pasé por las pistas de ceniza con una mesa cochambrosa y un paraguas para no mojarme, por la Torre de Marathon donde cogía un catarro al empezar la Liga y ya no me lo quitaba de encima... Ahora tengo mi cabina y un cómodo sillón. Vamos, que casi pagaría por hacer la megafonía.

-Sólo faltaría...

-Nunca me ha importado no cobrar por este trabajo. Lo hago como si me pagaran un millón al mes y hasta hace poco me llevaba incluso los discos.

-¿Y el Deportivo, que tiene hasta discoteca, no puede estar un poco más atento a eso?

-Ahora me los suministra Iris (una consultoría especializada en servicios y comunicación propiedad del club) porque me los robaron varias veces.

-Pues hay gente que se queja de la música que pone.

-Bueno, no es presunción, pero creo que tengo conocimientos musicales. De joven cantaba en El Eco como tenor primero, llegué a cantar con Alfredo Kraus o con la Callas. Además me doy cuenta de que en el fútbol hay que poner un determinado tipo de música. Pongo el Pousa, pousa o el Vivir na Coruña y veo que a la gente le gusta.

-Qué casualidad que el Vivir na Coruña suena siempre que vienen los de Vigo.

-También en otros partidos, pero a cuenta de esto recuerdo que un periodista me criticó por poner esa canción ante el Celta, decía que les provocaba y se podía armar un altercado.

-Lo que ya ha adquirido la categoría de mito son algunos anuncios. ¿Todavía andan los jugadores del Deportivo como motos?

-Todavía. Ahora lo digo al final de la cuña, como recordándolo. Es el mejor anuncio que se ha hecho en el estadio y fue una idea del dueño de Motos Botana. Son cuñas que quedan para siempre. -Por ejemplo, la de "Tintorerías 1.000 colores siempre serán las mejores".

-Claro. Es que anunciarse en el periódico no es lo mismo que hacerlo en un medio en el que hay que escuchar. A la megafonía poco caso se le hace porque la gente está a lo suyo y por eso los anuncios tienen que ser lo más corto y sonoro que sea posible.

-¿Como ése en el que se lanza sin parar: "Arts, arts, arts..."?

-Ése es mío.

-Es usted un multimedia.

-Me gusta crear cuñas. Siempre encuentro ideas y durante años me encargué de gestionar la publicidad del Teresa Herrera.

-¿Hasta cuando será la voz de Riazor?

-Mientras no me echen y tenga salud, seguiré el tiempo que sea. Para mi es un hobby .