Conforme se agota el campeonato y pasan las jornadas, mayor es el desafío que tiene por delante el Deportivo para salvar la categoría. En la plantilla, sin hundirse en un sentimiento derrotista, cunde la sensación de que será necesaria una hombrada a la altura de la desventaja que acumulan con los equipos que marcan la permanencia, y más si cabe después del decepcionante empate en Riazor el sábado ante el Rayo Vallecano. Sería una gesta, tal y como admitió ayer Aranzubia, dada la situación del equipo y los ocho puntos de distancia con el decimoséptimo clasificado. "Estando como estamos ahora mismo sería importante y sería una hazaña", resumió el portero.

La desilusión que consume a los jugadores por los malos resultados y la entidad del rival al que se enfrentan esta semana lo convertirían en una hazaña doble. Aunque los futbolistas blanquiazules se esfuerzan por combatir el pesimismo, tienen que contrarrestar cada jornada el efecto desmoralizador de las derrotas y de marcadores como el del sábado pasado: "Todos éramos conscientes de la importancia del partido contra el Rayo, de haber ganado las cosas se verían de otra manera".

Como no podría ser de otra manera, esta situación no permite estar "alegre", tal y como manifestó el portero riojano. "La situación no es para estar alegre, ni mucho menos, pero la plantilla no va a bajar los brazos, yo el primero", reflexionó. Esa situación ni siquiera permite desviar la atención hacia unas circunstancias institucionales tan preocupantes como las deportivas. "Nos preocupa lo deportivo", zanjó Aranzubia.

Lo inmediato en ese apartado pasa por una visita el sábado al Camp Nou, donde se obtuvo un empate hace dos temporadas con el equipo colocado también en una posición delicada. "La situación era diferente", apuntó el portero blanquiazul, quien recordó que el equipo no se encontraba en una posición tan desesperada por aquel entonces, en el curso del descenso. "Nunca es un buen momento para enfrentarse al Barcelona", advirtió el guardameta sobre el supuesto mal momento que atraviesan los azulgrana.

Una victoria, sin embargo, permitiría a los deportivistas afrontar lo que resta de temporada. "Va a ser difícil, pero lo vamos a intentar por todos los medios", aseguró Aranzubia, quien destacó por encima de todo la necesidad de sumar una victoria que permita dejar atrás la racha negativa que acumula el equipo. "Yo no hago cuentas porque para ganar ocho partidos hay que empezar por el primero", argumentó.

"Estamos intentando hacerlo lo mejor posible, pero no nos salen las cosas", confesó Aranzubia que le traslada a los aficionados cuando le regalan "ánimos". La gesta en este caso adquiere para los jugadores responsabilidad.