Resulta que un punto es motivo de satisfacción para los seguidores deportivistas. Lo es porque veían perdidos los tres a causa de otros tantos regalos que impidieron una merecida victoria local por el fútbol que los jugadores blanquiazules desplegaron durante la primera parte. Velocidad, verticalidad, control del juego, llegadas y remates. Todo eso ofrecieron los hombres de Fernando Vázquez antes de pasar por los vestuarios para reponer fuerzas. El partido lo tenían ganado en ese momento. Solo era cuestión de saber por cuántos goles de diferencia. Pero un córner y otra falta, como había sucedido en el tanto inicial de los sorianos, pusieron el choque patas arriba a once minutos para el final. De nuevo la estrategia lastró el trabajo de tantos minutos e impide a los blanquizales irse al descanso navideño con una ventaja superior con respecto al tercer clasificado. Duerme líder el Deportivo, pero el Recreativo puede desalojarlo este mediodía. Todo, por lo de siempre. Por las jugadas a balón parado. Parece llegado el momento de hacérselo mirar.

Hay coartada para justificar el empate, que no las concesiones, la que propició el árbitro con sus decisiones adversas que incluso los futbolistas coruñeses fueron capaces de superar. El gol inicial del Numancia es ilegal por fuera de juego de Regalón, que es el que cabecea para que Juanma empuje. Nueve minutos después el propio Juanma agarra el balón con las manos para cortar una colada de Borja en solitario hacia la meta visitante. Arcediano Monescillo sancionó la acción con una tarjeta amarilla. Todo sucedía con ventaja para los castellanos. Pero a todo esto se repusieron los hombres de Vázquez, con entradas por las bandas, espléndido Núñez, y también por el centro. Por ahí llegó el empate, con una acción individual de Juan Domínguez hasta el área, que culminó con un toque sutil con el interior de la zurda para colar la pelota en la portería visitante. Magistral. Casi el mismo calificativo se merece el centro de Núñez, un minuto después, para que Borja cabecease el segundo. Acción clásica de entrada por banda y servicio al centro para que el killer sentencie. Lástima que el propio Borja no liquidase el partido en un cara a cara con Biel Ribas. El madrileño disparo mal a la derecha del portero y el balón fue contra el lateral de la red. Ahí estaba la puntilla al partido.

Hubo más opciones, producto del empuje más que de la precisión. Todo como consecuencia de los dos errores defensivos que permitieron al Numancia entrar en el partido y volver a ponerse por encima en el electrónico. No necesitó más el cuadro de Anquela para hacerle pupa al Deportivo. Explotó al máximo las debilidades de los blanquiazules, que tuvieron que tirar de coraje para recuperar parte del botín que ya daban por perdido. Parecía inexplicable que un equipo que apenas inquietó a Lux estuviese por delante y acariciase la victoria. Más anormal era comprobar como el equipo local dejaba de llevar la iniciativa, perdía el balón con celeridad y estaba casi a merced de un adversario que apenas tenía profundidad.

Apareció la garra y también la estrategia, para que Luis Fernández firmase la igualada. Y aparecieron más errores. De los deportivistas y de nuevo del equipo arbitral. Culio no esperaba un balón que le golpeó sobre la línea de gol y acabó en las manos del portero. Juan Carlos no llegó a rematar en otra acción clara. Un defensa casi marca en propia meta. Una agarrón a Luis -claro penalti- en el área. Muchas cosas en muy pocos minutos. Méritos para un Deportivo que no obtuvo premio a su esfuerzo. A su entrega. A su fútbol de la primera parte. Es la consecuencia de la falta de intensidad y de las concesiones en defensa, que ya parecen excesivas.