Los Riazor Blues nacieron en 1987 como una plataforma para el grupo de aficionados que convirtieron la antigua curva de General del estadio coruñés en la grada que capitalizó los cánticos y el apoyo más ruidoso al conjunto deportivista, que precisamente por aquel entonces emprendería su camino hacia el éxito. Los triunfos deportivos los pusieron en el escaparate como uno de los grupos ultras más representativos del panorama futbolístico español, aunque en un principio renegaron de ser clasificados dentro de este tipo de agrupaciones radicales. Dentro de los Riazor Blues, sin embargo, conviven diferentes facciones, entre las que se encuentra Los Suaves, a la que supuestamente pertenecía Francisco Javier Romero Taboada.

De marcada ideología antisistema e independentista los grupúsculos más radicales de Riazor Blues han protagonizado otros incidentes violentos en el pasado. Recientemente se enfrentaron a los seguidores radicales del Zaragoza y del Sporting de Gijón en pleno centro de A Coruña después de citarse a través de las redes sociales, pero su historia está marcada por la muerte de Manuel Ríos Suárez en el año 2003. Este aficionado deportivista falleció a consecuencia de los golpes que supuestamente le propinaron varios ultras blanquiazules tras un encuentro de Copa del Rey entre el Compostela y el Deportivo disputado en el estadio de San Lázaro cuando intentaba proteger a un joven seguidor del equipo santiagués.

La agrupación amagó entonces con disolverse, pero ha continuado sus actividades en el estadio y fuera de él. Recientemente organizaron una recogida de productos entre los aficionados en favor del Banco de Alimentos y tienen en marcha otra de juguetes. El presidente deportivista, Tino Fernández, los catalogó ayer, en general, como un "grupo tranquilo".