Hora de levantarse

Levantarse o hundirse. Son las dos opciones que le quedan al Deportivo tras su prolongada caída de las últimas cinco jornadas, en las que solo fue capaz de arañar un punto en Almería. Juega en casa y necesita volver a ganar ya, aunque sea cual sea el resultado seguirá fuera del descenso por los pinchazos de los rivales directos. Hoy tiene una gran oportunidad de distanciarse del hoyo, así que el único resultado válido es la victoria ante el Espanyol, debilitado por la ausencia de Sergio García.

Otro Sergio, González, regresa a la que fue su casa durante nueve temporadas al frente del conjunto catalán, que llega a A Coruña sin agobios pero con la permanencia todavía por cerrar. Para ello le basta con un par de triunfos. El Dépor, en cambio, necesita cinco. Sus cuentas pasan, obligatoriamente, por sacar adelante el partido de hoy. Es la hora de levantarse, las doce del mediodía, un horario nada futbolero que obligará a madrugar tanto a los jugadores como a la afición. Su apoyo, ahora más que nunca, vuelve a ser decisivo para que el equipo coruñés consiga agarrarse a la máxima categoría.

Al Deportivo le está costando mucho sumar, pero ha crecido bastante con respecto a la primera vuelta. Definitivamente, es más equipo y tiene más recursos. Por ejemplo, Luis Fariña, que regresa al once dispuesto a convertirse en un futbolista determinante en el tramo decisivo del campeonato. Entre el argentino, Lucas Pérez y Cavaleiro intentarán darle mucha movilidad al ataque para tratar de conectar con Oriol Riera, de nuevo la principal referencia ofensiva. El catalán estrenó su cuenta anotadora con un doblete ante el Sevilla, que en aquella ocasión no sirvió para puntuar. Hoy, ante sus paisanos del Espanyol, volverá a poner todo de su parte para ayudar al Dépor con goles, además de con trabajo.

Bastante más pólvora tiene el rival pese a la baja de Sergio García, uno de sus pichichis con nueve dianas, las mismas que lleva Stuani. El uruguayo, que en 2012 llegó a pasar el reconocimiento médico en A Coruña con el Deportivo, será su delantero. Es pura dinamita dentro del área, igual que Caicedo, quien tendrá que esperar su oportunidad en el banquillo. En realidad da igual quién esté enfrente, porque la necesidad aprieta y el Dépor está obligado a salir a por el partido de forma decidida. Lanzado a por el rival, pero sin descuidar el orden y las vigilancias defensivas. Busca el equilibrio, justo lo que le ha faltado en las últimas jornadas.