Salomão, visto y no visto

El prolongado gafe de Diogo Salomão continúa, esta vez con una lesión muscular de grado II en el sóleo de su pierna derecha que lo mantendrá de baja durante un mes, como mínimo. El pasado domingo acabó con molestias tras disputar la última media hora ante el Espanyol. Fue su primera aparición liguera de la temporada -antes había jugado 21 minutos en la vuelta de la eliminatoria de Copa contra el Málaga, el 18 de diciembre- y puede que fuera la última, teniendo en cuenta las dificultades que suele tener el portugués para superar por completo las lesiones y recuperar la forma necesaria para competir.

De momento, será baja durante el trascendental mes de abril, en el que el Deportivo se jugará su supervivencia en Primera con seis partidos fundamentales, ante Getafe, Córdoba, Real Sociedad, Atlético, Málaga y Elche. Media docena de jornadas en las que Víctor Fernández no podrá contar con Salomão, quien el pasado domingo dio muestras de poder aportar muchas cosas al equipo. Sobre todo, verticalidad y desequilibrio en el uno contra uno, cualidades que no abundan precisamente en este Deportivo tan plano en ataque.

Visto y no visto ha sido el retorno de Salomão, que se pasó más de un año sin competir en Liga. Se lesionó ante el Hércules, el 2 de marzo de 2014, cuando sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Fue operado cinco días después y se perdió el resto de la temporada, la del ascenso del Deportivo, al que había regresado en enero dispuesto a ser una pieza clave para Fernando Vázquez. El pasado verano el club volvió a negociar con el Sporting de Portugal para conseguir otra cesión del extremo, la cuarta. El 5 de noviembre recibió el alta de su problema de rodilla y el 9 de febrero sufrió una lesión de grado I en el sóleo de la pierna derecha, el mismo músculo que lo vuelve a frenar ahora. Solo ha competido 52 minutos en este curso: los 31 del pasado domingo, más los 21 del duelo copero en Málaga.