Frenar al Barça es siempre un objetivo de máxima dificultad, independientemente del momento y de qué futbolistas alinee Luis Enrique, pero eso deberá hacer el Deportivo si quiere arañar al menos un punto en el Camp Nou. Para conseguirlo Víctor Sánchez planea fortalecer el centro del campo utilizando tres pivotes a la vez para dificultar el juego creativo del equipo blaugrana. Por primera vez en la semana, ayer el entrenador probó al teórico once inicial que tiene previsto utilizar mañana, con una línea de cuatro en defensa formada por Laure, Lopo, Sidnei y Canella, cinco centrocampistas -Juan Domínguez, Álex Bergantiños y Celso Borges por dentro, más Diogo Salomão e Iván Cavaleiro abiertos- y un único delantero: Lucas Pérez. Con ellos ajustó movimientos durante casi media hora, insistiendo sobre todo en la importancia de estar muy juntos sin balón y en la necesidad de hacer ayudas constantes para que el equipo catalán no ataque cómodo.

El Dépor tratará de defender por acumulación en el Camp Nou, con muchos hombres por detrás del balón, sin renunciar a salir a la contra para aprovechar la velocidad de Salomão, Cavaleiro y Lucas. Si Víctor pone en práctica esa especie de 4-5-1, con tendencia a convertirse en un 4-3-3 en la fase ofensiva, el técnico dejaría por primera vez en el banquillo a Oriol Riera, que siempre fue titular a sus órdenes en los siete encuentros que dirigió desde que se hizo cargo del Deportivo. El exbarcelonista, autor de cuatro goles en 1.485 minutos repartidos en los 20 partidos que disputó desde que llegó en enero, es un nueve de área, menos peligroso cuando de lo que se trata es de robar y correr. Víctor entiende que para el encuentro de mañana podría ser más interesante alinear en ataque a gente más habilidosa y, sobre todo, más veloz como Salomão, Cavaleiro o el propio Lucas. Las opciones coruñesas para acercarse al área rival llegarán, fundamentalmente, mediante dos vías: a balón parado y a la contra. "El Barça es un equipo que tiene mucho el balón, lo va a monopolizar, pero también deja huecos -argumentó ayer Álex Bergantiños-. Si estamos bien ordenados y somos precisos a la hora de salir, podemos hacer daño con la gente rápida".

La clave para arañar algún punto en el Camp Nou estará, por encima de todo, en el rendimiento defensivo. De ahí que Víctor se plantee acumular más gente en la zona ancha para facilitar las ayudas y tejer una especie de tela de araña para neutralizar al conjunto catalán, que "mete mucha gente por dentro". Con ese trivote en el centro del campo, el objetivo es "agruparse para hacer más ayudas y estar más cercanos para recuperar balones". En esos aspectos insistió Víctor a sus jugadores durante el entrenamiento de ayer, en el que utilizó a Canella en el lateral izquierdo del equipo titular. El asturiano es el principal candidato para recomponer la defensa ante las bajas del lesionado Manuel Pablo y del sancionado Luisinho, castigado después de que el Comité de Apelación desestimara ayer el recurso presentado por el Deportivo para dejar sin efecto la tarjeta amarilla que vio el pasado domingo frente al Levante. El concurso de Canella depende, también, de cómo evolucione Juanfran de su lesión en la mano. El asturiano no ha disputado ni un solo minuto en 2015 y su último partido fue el 21 de diciembre del año pasado, en la derrota ante el Villarreal en El Madrigal (3-0).

Ese blindaje especial que Víctor planea para el Camp Nou no significa que el Deportivo vaya a salir única y exclusivamente a defender. El empate es un resultado que casi seguro le garantizará la salvación, pero tanto el técnico como los futbolistas blanquiazules son conscientes de que el planteamiento no puede ser solo tratar de aguantar el 0-0, porque eso sería una condena segura ante un rival como el Barcelona. "No podemos pensar en eso. Si solo defiendes y solo estás para mantener ese empate, lo normal es que acabes perdiendo. Es muy difícil terminar con la puerta a cero en el Camp Nou, así que va a ser importante aprovechar las opciones que tengamos para hacer algún gol", explica Álex. En las pruebas de ayer el coruñés formó primero en ese trivote con Domínguez y Borges, para luego pasar al once de los suplentes. Víctor ensayó alternativas ofensivas en el equipo titular, probando a Oriol Riera, Toché e incluso a Hélder Postiga.