La Federación de Peñas vivirá hoy un cambio de ciclo. La directiva encabezada por Miguel Otero hasta hace apenas un mes pondrá punto y final a su etapa al frente de los peñistas después de tres años y el relevo lo tomará la única candidatura que se presentó para coger las riendas del organismo. Será una alternativa de consenso encabezada por Tania Gómez -de la agrupación Jaballi de Curtis-, pero en la que están representadas otras cinco peñas y cuyo principal propósito será recuperar la armonía rota entre la afición y el club después de los acontecimientos del último año.

Los trágicos sucesos de finales de noviembre en el Río Manzanares en los que falleció el aficionado deportivista Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, abrieron una brecha profunda entre el consejo de administración y la masa social deportivista que amenazó con convertirse en una fractura total en determinados momentos de la temporada. La herida fue cicatrizando entre la grada y el palco, pero el conflicto entre la directiva de Tino Fernández y la federación no se resolvió.

La investigación derivada de lo ocurrido en Madrid censuró la distribución de entradas por parte del club coruñés y las peñas, y eso a su vez acarreó una propuesta de sanción económica para Miguel Otero y la prohibición de entrada a recintos deportivos durante 18 meses. En ese escenario, la directiva de la Federación presentó su dimisión con el propósito de convocar elecciones a final de temporada y limitó al máximo sus acciones para no perjudicar la titubeante marcha del equipo, aunque hubo encontronazos a cuenta del reglamento preparado por el club para el funcionamiento de las peñas y el reparto de entradas para el partido que se disputó contra el Athletic en San Mamés.

Esta será la herencia que reciba la directiva encabezada por Tania Gómez, que será oficialmente proclamada esta mañana durante la asamblea que la federación celebrará en el Hotel Finisterre. El suyo, sin embargo, es un proyecto que buscará limar las asperezas que se fueron desarrollando durante los últimos meses y a la vez proponer un modo de trabajo adecuado a la juventud de la mayoría de sus miembros -todos tienen entre 30 y 40 años-.

No será no obstante una directiva rupturista con la etapa de Miguel Otero, de hecho desde la federación hubo cierre de filas en cuanto se propuso la sanción hacia el anterior presidente y cuando se produjo el cisma entre peñistas y club. Todos se mantuvieron a su lado en esos momentos.

El proyecto de Tania Gómez agradecerá a Otero y al resto de integrantes de su equipo el trabajo realizado durante los tres años que estuvieron al frente de la federación después de tomar posesión este mediodía.

Está por ver ahora qué recibimiento reciben por parte de la directiva tras la tiranteces recientes y de qué manera se articula una relación que también sufrió altibajos durante la última época de la etapa de Augusto César Lendoiro en la presidencia.

El objetivo es que exista colaboración y se desarrolle un proyecto en común que clausure los encontronazos de los últimos años para poder volver a disfrutar de la paz social que existió no hace mucho.

La atmósfera de división que se respiró esta temporada en Riazor durante la mayor parte de los partidos del equipo como local terminaró perjudicando a la marcha del equipo en el campeonato. La destitución de Víctor Fernández en el último tramo de la Liga, un sector de la grada estaba de uñas con él desde su llegada, alivió esa situación, pero no terminó de resolverla. Los aficionados, de manera mayoritaria, dejaron claro su deseo en varios encuentros disputados en Riazor de que las relaciones se normalizaran para que los conflictos abiertos entre la directiva y otros sectores no terminaran de perjudicar definitivamente a un equipo que terminaría salvándose sobre la bocina. Al igual que tras el empate de Barcelona se inició una nueva época para el club, esta mañana lo hará también para las peñas.