Al filo de la medianoche entró Lucas Pérez a la sede del Deportivo en la plaza de Pontevedra para firmar su nuevo contrato, que el club ha hecho oficial a primera hora de esta tarde. Llegó tarde, bastante más de lo previsto, tras un viaje accidentado por carretera desde Madrid. Por el camino su vehículo tuvo un pinchazo, pero eso no le impidió visitar a última hora las oficinas blanquiazules, a las que accedió acompañado de su representante, Rodrigo Fernández Lovelle. El futbolista, visiblemente cansado, escribía así el último capítulo de su fichaje. Firmó el contrato anoche y, tras recibir la documentación pendiente del PAOK de Salónica- a primera hora de la tarde el club hacía el fichaje.

El culebrón en el que se acabó convirtiendo su retorno al Dépor terminó con un final feliz, con la firma de su contrato por el que vestirá de blanquiazul las próximas cuatro campañas. De esta manera, el de Monelos cumple el deseo que desde el primer momento tuvo: regresar a A Coruña para continuar su carrera en Riazor. Ayer por la mañana estuvo en Madrid para rubricar la documentación de su rescisión con el PAOK de Salónica en la sede de la embajada griega en España. Faltaba la otra parte del papeleo, su nuevo contrato con el Deportivo, que rubricó anoche. Aunque el anuncio oficial del fichaje a primera hora de la tarde le obligó a ausentarse del entrenamiento de esta mañana a las órdenes de Víctor Sánchez del Amo.

Tardará muy poco en ponerse a punto después de haber hecho casi toda la pretemporada con el PAOK. No solo se ejercitó con el conjunto de Salónica, sino que compitió en las rondas de clasificación para la Liga Europa convirtiéndose en un futbolista clave en las dos primeras eliminatorias, con sendos goles ante el Lokomotiv de Zagrev y el Spartak Trnava. Pese a que su deseo siempre fue volver, el atacante demostró una profesionalidad ejemplar dándolo todo por la camiseta del PAOK hasta el último momento. En Salónica llegaron a ofrecerle una ampliación contractual muy atractiva desde el punto de vista económico, pero el profundo sentimiento de Lucas hacia el Deportivo pesó más y el joven ni siquiera escuchó la propuesta.

El jugador llevaba en A Coruña desde el pasado día 2 a la espera de que se cerrara el acuerdo entre clubes. Parecía que la negociación iba a cristalizar de manera inminente, pero no fue hasta ayer cuando se firmaron todos los documentos previos a su incorporación al Deportivo. Desde que terminó la Liga, el 23 de mayo, en la plaza de Pontevedra se pusieron manos a la obra para repescar a Lucas. El club tenía el derecho de hacer valer su opción de compra por el jugador, de 2,5 millones, pero optó por negociar para tratar de rebajar esa cantidad. Finalmente, pagará al PAOK algo más de un millón y medio por la libertad del atacante. De esta forma, llega a buen puerto una negociación larguísima en la que no solo fueron dos clubes los implicados, sino tres, ya que el Karpaty ucraniano tenía un derecho de tanteo por el jugador que no llegó a hacer efectivo.

Ahora Lucas vuelve a A Coruña con todas las ganas del mundo por ayudar al Deportivo a conseguir el objetivo de la permanencia, a ser posible sin tantos agobios como el curso pasado, en el que fue un jugador determinante pese a perderse casi media temporada por su mala suerte con las lesiones. En total, disputó 21 encuentros, suficientes para ser el pichichi del equipo gracias a sus seis tantos. El último de ellos lo firmó en la jornada de clausura, en la trascendental visita al Camp Nou, y sirvió para alimentar las esperanzas de salvación del Dépor cuando casi todo parecía perdido con el 2-0 en contra. Después Diogo Salomão anotó el tanto del empate para sumar el punto con el que agarrarse a Primera.

Víctor Sánchez valora mucho la polivalencia de Lucas, capaz de jugar en cualquiera de las cuatro posiciones de ataque. Le gusta las diferentes alternativas que da, tanto como su carácter ganador y el profundo amor que siente por el Dépor. Su identificación plena con el club y con la ciudad es un valor añadido a la contratación del futbolista de Monelos, quien en el vestuario y también en el campo siempre trata de contagiar a sus compañeros lo importante que es defender el escudo del Deportivo y representar a toda una ciudad y una afición.