En el Teresa Herrera se vislumbró que Pedro Mosquera llegaba para convertirse en el eje central de este nuevo Deportivo y ayer ante la Real Sociedad se confirmó. El coruñés demostró en el duelo contra el Sporting Braga y frente a los donostiarras que no le asusta la responsabilidad de tener que llevar el peso del equipo. Además, con su papel dentro del campo se atisba una figura que no se veía en el cuadro blanquiazul desde hace tiempo, la de un mediocentro que ejerce de faro sobre el césped.

A Mosquera no le pesan los galones ni tener que ser el motor que haga carburar al equipo de Víctor Sánchez del Amo. Ayer se pudo ver a un jugador que se multiplicó. Se ofreció para recibir de la defensa y comenzar a elaborar el ataque blanquiazul. Buscó combinar en corto, pero también dejó varios cambios de juego que obligaron al rival a reajustarse en defensa.

La calidad de su zurda le permite jugar con bastante tranquilidad aunque tenga cerca la presión de algún oponente y liderar al equipo desde el mediocentro. Como colofón, también se le pudo ver llegando al área rival para buscar la portería contraria.

Pero no solo en el aspecto ofensivo se erigió en líder, también en defensa organizó la parcela del centro del campo. Realizó coberturas en ambas bandas para cubrir las ausencias de compañeros y en una de ellas se llevó una tarjeta amarilla en el primer acto. Pero no le pesó estar amonestado y siguió con su poderío, obligando a su par a tocar rápido ante su oposición.

Experiencia en la elite

Los años que lleva jugando en Primera División han formado a un centrocampista muy completo que ahora ha vuelto a su casa, al Deportivo, para seguir creciendo y hacer mejores a sus compañeros desde el medio. Durante las últimas campañas el equipo adoleció de contar con una figura como la de Pedro Mosquera, un jugador que mande y ordene desde una posición vital como el mediocentro.

Ante la Real Sociedad se le pudo ver dirigiendo con el balón en los pies y también dando instrucciones a sus compañeros, todo un jefe de filas, una extensión del entrenador en el campo. Un futbolista con jerarquía nada más llegar a su nuevo equipo, la que le ha entregado el técnico que lo ve como el pilar central sobre el que sostener al resto de piezas. El hecho de ser coruñés supone un plus tanto para el club como para la grada, que lo recibió con los brazos abiertos, como uno de los suyos.