Al Deportivo se le escurrió el partido del domingo contra el Sporting en ocho minutos para olvidar en los que encajó dos goles prácticamente iguales y en los que se dejó parte del crédito obtenido en un inicio de campeonato ilusionante. La brillante victoria frente al Rayo y los empates contra Real Sociedad y Valencia, sin embargo, no deben interpretarse ahora como un espejismo por el fatal arranque del encuentro ante el Sporting. El equipo de Víctor Sánchez mostró debilidades hasta ahora desconocidas, pero también mantuvo algunas de las virtudes que encendieron las ilusiones de los aficionados en las primeras jornadas.

►El inicio, una losa. El Deportivo cargó desde el inicio con el peso de haber encajado dos goles prácticamente calcados en apenas ocho minutos. Empezar de esa forma le obligó a modificar sobre la marcha el guión previsto. Lo hizo más con carácter que con fútbol, pero respondió. El esfuerzo de remontar esos dos tantos, sin embargo, dejó al equipo vacío y a algunos jugadores exhaustos. El equipo lo pagaría en la segunda mitad, cuando el ritmo decayó y el Sporting se sintió más cómodo defendiendo la ventaja en el marcador.

►Menos ayudas, más problemas. Si por algo destacó el equipo en los partidos anteriores, especialmente en Vallecas, fue por las ayudas entre todas las líneas blanquiazules. Hubo un juego más solidario que se tradujo en llegadas más peligrosas -las incorporaciones de Borges contra el Rayo fueron una constante fuente de oportunidades- y en una defensa posicional muy efectiva. El domingo eso se perdió. En parte fue por la urgencia del resultado y los dos goles encajados al principio y en parte también porque el centro del campo tuvo menos recorrido. Borges estuvo desubicado y a Mosquera le faltó el oxígeno mostrado en anteriores compromisos. El coruñés llegó tarde a algunas acciones, especialmente en el contragolpe que le costó a los deportivista el tercer gol, pero los mayores problemas estuvieron en las bandas.

►Los costados, indefensos. El equipo se resquebrajó el domingo por los costados. Navarro y Luis Alberto fallaron en los dos primeros tantos; Laure y Juanfran naufragaron en el tercero. El equilibrio quedó en entredicho, porque ni los laterales aportaron en ataque ni los interiores colaboraron en las tareas defensivas.

►Reacción meritoria, pero sin efectividad. El equipo tuvo en la mano tumbar al Sporting, pero un nuevo despiste le condenó. Mientras que los asturianos aprovecharon al máximo sus oportunidades, los blanquiazules desperdiciaron numerosas oportunidades, como lamentó al finalizar el encuentro Víctor Sánchez del Amo.