Partido práctico del Deportivo, que sacó el máximo provecho de sus escasas ocasiones para encadenar su segunda victoria consecutiva fuera de casa. Siete de sus ocho puntos los ha sumado a domicilio, prueba de la gran solvencia que el equipo está mostrando lejos de Riazor, aunque sea sin brillantez, como anoche. Venía de merecer más frente al Sporting, por lo menos un punto, y ayer arañó los tres sin hacer más que el rival, en este caso el Betis. Primera parte gris, poco vistosa, y segunda mitad emocionante en la que el Dépor mostró una eficacia enorme de cara a portería, justo lo que le faltó el pasado fin de semana frente al conjunto asturiano. Lo mejor, más allá del 1-2 final, fue el sacrificio y la solidez de un bloque que, por encima de todo, está demostrando que sabe competir y también sufrir.

Víctor había anunciado cambios en la alineación después de tres jornadas seguidas con el mismo once. Era normal hacer algunos retoques después de la derrota ante el Sporting, pero nadie contaba con semejante revolución, sobre todo ofensiva. Dejó en el banquillo a Juanfran y Borges, y también a Luis Alberto y Lucas Pérez, ambos imprescindibles hasta ayer. Cuatro titulares fuera, y no unos cualquiera, justo los que se repartían los seis goles que el Dépor había marcado en las cuatro primeras jornadas. Una apuesta arriesgada la del técnico madrileño, por mucho que haya otro partido a la vuelta de la esquina. Reservar jugadores a estas alturas, cuando la temporada no ha hecho más que empezar, es un lujo para equipos como el coruñés, y más teniendo en cuenta que el Deportivo venía de hacer dos grandes partidos a domicilio en Valencia (1-1) y Vallecas (1-3). El de anoche, en cambio, no lo fue tanto.

Muchas miradas puestas en las cuatro novedades: Fede Cartabia, Luisinho, Jonathan Rodríguez y, sobre todo, Juan Domínguez. El canterano entró para ayudar a dominar en el centro del campo. En esa zona el Dépor acumuló mucha gente, hasta cinco futbolistas alineados en la fase defensiva: Cartabia, Domínguez, Mosquera, Fayçal y Luisinho. Una superioridad numérica inútil para el equipo coruñés, especialmente atascado, sin la fluidez ni la intención de anteriores encuentros. Demasiadas imprecisiones y escasas combinaciones pese a la movilidad de los hombres más adelantados.

El Dépor no pasó demasiados apuros defensivos en la primera parte, aunque el guión pudo cambiar en los compases iniciales, como el pasado domingo frente al Sporting. Un mal despeje de Lux casi acaba en penalti. Rubén cayó dentro del área en su forcejeo con Arribas, pero Gil Manzano dejó seguir el juego. Solo cuatro minutos tardó en llegar ese primer gran susto para el equipo coruñés, bastante menos entonado que en anteriores jornadas. A falta de buenas combinaciones en campo contrario, Jonathan tuvo que hacer la guerra por su cuenta para generar algo de peligro. Poco, muy poco, insuficiente para tomar ventaja en el marcador. Tampoco es que el Betis hiciera mucho más. Su llegada más clara fue justo a la media hora, cuando Lux evitó con una gran estirada el remate de Jorge Molina en boca de gol. Fede Cartabia, con un disparo lejano que rozó el poste, protagonizó el último acercamiento coruñés antes del descanso, al que se llegó con el 0-0 inicial, justo resultado después de un primera parte tan pobre.

La segunda comenzó con sorpresa, la lesión de Van der Vaart que obligó a Pepe Mel a gastar un cambio para recomponer el centro del campo. Un par de ataques del Dépor mal finalizados fueron la antesala del 0-1. Sin merecerlo demasiado, el equipo coruñés se encontró con el gol gracias a un chispazo de Fede Cartabia, que sorprendió a Adán con un potente zurdazo desde muy lejos (m.54).

Cinco minutos le duró la alegría a los coruñeses, los que tardó Petros en aprovechar un error en cadena para empatar. Remató demasiado solo para volver a poner las tablas en el marcador de un partido con mucho ritmo y llegadas constantes a las dos áreas. No le interesaba al Dépor ese encuentro tan loco ante un adversario con tantos recursos ofensivos. Necesitaba calmarse, y a la vez calmar al rival teniendo un poco más de balón. Víctor trató de equilibrar el centro del campo sentando a Domínguez y dando entrada a Borges (m.60). Cuatro después hizo un segundo cambio, Lucas por Jonathan, y acto seguido el tercero, Juanfran por Cartabia. De pronto el Dépor intentaba parecerse más al de las primeras jornadas.

Dominaba el Betis cada vez con más claridad, aunque sin generar ocasiones claras. Mientras, el equipo coruñés trataba de esperar bien ordenado con la idea de golpear a la contra. Y lo hizo en el 72, con el centro de Luisinho, el cabezazo atrás de Borges y la volea final de Fayçal para firmar el 1-2. Al Betis le quedaba poco más de un cuarto de hora para intentar la remontada. Cargó con todo, pero el Dépor supo sufrir para aguantar los últimos arreones del conjunto andaluz.