Si se trata de hacer rotaciones, Víctor Sánchez dejó claro antes del partido contra el Betis que lo hará de manera que sirva para premiar a la plantilla, de tal modo que funcione también como acicate para la competitividad y para mantener el equilibrio en el vestuario. Así, salvo un par de excepciones, todos los jugadores han ido disponiendo de oportunidades en el once. Hasta 18 futbolistas han sido titulares desde que arrancó el campeonato.

La cifra demuestra la intención de Víctor Sánchez de repartir minutos entre todos los jugadores, pero también de variar la identidad de un equipo en función del rival. La profundidad de la plantilla le permite al técnico mudar la apariencia del equipo intercambiando unas piezas por otras manteniendo la competitividad en esta fase inicial de la temporada.

No importa quién juegue, vino a decir el domingo tras la victoria ante el Espanyol el portero Germán Lux, porque se ha alcanzado un nivel de compenetración tal que el grupo es capaz de responder a través de las diferentes propuestas del técnico. "Tenemos que seguir en esta línea y seguir conociéndonos. La plantilla es grande y competitiva y se está demostrando que cualquiera que juega lo hace bien", destacó el argentino.

Ante Valencia, Rayo y Sporting el equipo se mantuvo inamovible, lo que hacía pensar en que la alineación se recitaría de carrerilla en este comienzo de temporada. Pero fue llegar la derrota ante los asturianos y la visita al Benito Villamarín y anunciarse cambios.

Jonathan, Luisinho y Juan Domínguez, hasta ese momento con un papel secundario en el equipo, estrenaron titularidad. Ayer le tocó el turno a un Oriol Riera que tan solo había disputado algunos minutos en la jornada inaugural frente a la Real Sociedad, pero es que además dos titulares ante el Betis se quedaron fuera de la convocatoria. Jonathan vio el domingo el encuentro ante el Espanyol desde la grada por decisión técnica y Luisinho se lo perdió por unos problemas estomacales de los que todavía sigue convaleciente.

No hay nadie a salvo de las rotaciones de Víctor y su particular gestión del vestuario. Ni siquiera jugadores que en las últimas jornadas se habían ganado un papel protagonista dentro del equipo pueden presumir de un puesto indiscutible en el equipo titular. Ante el Betis se cayeron de la alineación Lucas Pérez y Luis Alberto, goleadores y futbolistas destacados en los compromisos anteriores. Eso no supone un problema para ellos, tal y como aseguró ayer el delantero coruñés después del entrenamiento: "Me considero un jugador más y creo que tenemos jugadores importantes en el equipo. El equipo tanto sin Lucas como con Lucas ha ganado, no me tengo que sentir ni más importante ni menos importante".

Ocurre también lo contrario, que jugadores en apariencia con menos posibilidades de ser titulares encuentran un hueco en los planes del entrenador. Le ocurrió a Alberto Lopo esta última semana. De ni siquiera viajar a Sevilla para el partido del Benito Villamarín pasó a la titularidad, relegando a un Arribas que se había afianzado en el once desde la segunda jornada.

Todo ello demuestra la particular gestión de la plantilla de Víctor Sánchez, que prefiere hacer partícipes a todos del momento dulce que atraviesa el equipo en este comienzo de campeonato que encontrarse con gestos torcidos por el poco protagonismo de algunos. El método asegura además la entrega y descarta en parte la deserción, conscientes como son ahora los jugadores de que en cualquier momento les puede llegar la oportunidad de jugar.

Solo tres futbolistas, porteros aparte, se mantienen como indiscutibles en las alineaciones. Mosquera, Navarro y Sidnei todavía no han entrado en las rotaciones, prueba de su importancia en los planes del técnico, pero los dos primeros encontraron descanso el domingo con el marcador ya encarrilado. El reverso son los cuatro (Álex, Medunjanin, Jonás y Saúl) que esperan su oportunidad para estrenarse en el once y participar también del buen momento deportivista. Lucas, sin embargo, mantiene los pies en el suelo: " La Liga del Deportivo es la salvación. Qué rápido nos olvidamos de cuando me decíais que estábamos descendidos".