La pasada fue una semana relajada, sin la presión que le añade al trabajo del día a día la inmediatez de la competición, pero el equipo regresó ayer a los entrenamientos tras dos días de descanso con el compromiso ante el Athletic del domingo en la cabeza. Quien más lo tiene en mente es el entrenador, Víctor Sánchez del Amo, que exigió una entrega máxima a la plantilla tras la tranquilidad de días pasados. Prevé el técnico un partido de ida y vuelta, disputado con intensidad y, sobre todo, que se puede resolver al contragolpe.

Por eso ayer estuvo especialmente repetitivo para hacerle ver a los jugadores la importancia de estar concentrados en cada jugada del partidillo que acaparó la mayor parte del entrenamiento. "Hay que acabar las contras", insistió el entrenador blanquiazul a los jugadores en un ejercicio enfocado exclusivamente a practicar la versión más veloz del equipo.

Víctor Sánchez obligó a sus futbolistas a aparcar la elaboración y el manejo de la pelota para explotar una vía en la que los deportivistas también se encuentran especialmente cómodos. Asentados en la seguridad defensiva que han mostrado desde el comienzo del campeonato, el equipo ha firmado partidos muy atractivos jugando al contragolpe, especialmente contra el Rayo Vallecano y frente al Granada en la última jornada del campeonato disputada hasta la fecha. "Hay que acabar rápido el contraataque y cambiando el juego, que es fundamental", ordenó Víctor a los jugadores durante un momento del partidillo.

Ante el Athletic espera un encuentro disputado de esa manera, a pesar de que los rojiblancos rebajan sustancialmente su intensidad cuando los partidos se disputan lejos de San Mamés. La receta del técnico pasa por tener la misma mordiente mostrada en anteriores partidos y aprovechar al máximo las oportunidades.

Víctor no ha ocultado después de algunos partidos que al equipo le han penalizado las oportunidades que desperdicia. Le ocurrió contra el Sporting en la única derrota hasta la fecha y también en Granada, donde cedió un empate a pesar de dominar con suficiencia prácticamente todo el partido. No quiere que vuelva a ocurrir y por eso machacó a sus jugadores en la definición de cara a la portería.

En la velocidad estará también parte de la clave para superar a los rojiblancos y por eso el entrenador deportivista insistió en que las transiciones fueran lo más rápidas posibles durante las posesiones. "Tiene que ser un ataque rápido, 30 segundos como máximo", advirtió a los jugadores durante la sesión.

Buena parte del éxito de la propuesta de Víctor estará en la capacidad que tenga el equipo para presionar la salida de balón de los rojiblancos y obligarlos a precipitarse. Ayer animó a los dos equipos a probar esta posibilidad lo más cerca posible de la portería contraria. "Vamos a apretar, que estamos al lado de la portería y tenemos el premio", trasladó a los jugadores.

Con este planteamiento, y debido también a las bajas, el entrenador conformó dos equipos de diez jugadores cada uno con un dibujo orientado a aprovechar las bandas. Fernando Navarro dejó el costado izquierdo y compartió el eje de la defensa con Arribas en uno de los equipos. Como laterales en esta formación estuvieron Juanfran y Saúl, con Luis Alberto y Cani por delante. En la otra, los costados fueron para Luisinho y Laure, con Jonás y Cardoso más adelantados. Por las bandas llegaron la mayoría de las ocasiones y los goles que se vieron durante el entrenamiento, especialmente cuando la línea de ataque conseguía enlazar con los delanteros. Muy activo estuvo Lucas Pérez en un equipo, con más movilidad de la que pudo ofrecer Oriol Riera.