Jonás Gutiérrez trabaja a tope para estar lo mejor posible cuando llegue su momento. Sabe que tarde o temprano tendrá su oportunidad y quiere aprovecharla para hacerse con un hueco en el equipo: "Ahí tienes que estar preparado para, una vez que entras, no salir".

-¿Qué tal su adaptación al club y a la ciudad?

-Muy bien. Hay un muy lindo grupo. Desde que llegué me dieron la bienvenida y me ayudaron en todo los argentinos, Poroto (Lux) y Fede (Cartabia), y los demás chicos también, como Fernando Navarro, al que ya conocía del Mallorca. Se trabaja bien. Hay que aprovechar este buen momento para sumar los máximos puntos posibles porque luego vienen partidos muy difíciles.

-¿El Deportivo es como le había contado Coloccini?

-Sí. Hablamos mucho y me dijo que es un club muy familiar. Lo pude comprobar desde el primer día. También me dio referencias Xisco. Siempre me hablaron bien de lo que ellos pasaron en A Coruña.

-¿Hay algún compañero que le haya sorprendido especialmente?

-Yo tengo mucha fe en Fede Cartabia. Es un jugador que tiene un talento distinto al resto. Es capaz de hacer cosas con la pelota que pueden desequilibrar en cualquier momento. Es joven, tiene muchas ganas, y a veces esas ganas te desbordan. Tiene que tranquilizarse pero va por el buen camino. Le va a llegar su oportunidad más temprano que tarde y tiene que estar preparado. No se tiene que volver loco si no juega todo lo que quisiera, más allá de que todos queremos jugar. Es algo lógico. Si aprovecha los momentos que va a tener, le espera un gran futuro por delante.

-¿Se sufre viendo al equipo desde fuera?

-Sí, se sufre. Fue una lástima lo que pasó en los últimos dos partidos. Pudimos sacar más puntos. Siempre es importante ganar, pero si no se puede, no perder sirve para sumar y mantener la dinámica. El equipo está en el buen camino. Lo que sí creo es que tenemos que aprovechar Riazor para hacernos fuertes. Es importante y todos los clubes que se mantienen en buena forma se hacen fuertes de locales. Es una buena base.

-¿Le condicionó el hecho de ser el último fichaje en llegar, ya con la Liga en marcha?

-Sí. Los otros nuevos ya estaban jugando en España y el técnico no conoce cómo me desenvuelvo dentro del campo. Pero son las reglas del juego. Más allá de eso, yo trato de entrenar todos los días a full, de progresar y de estar preparado, porque lo tengo clarísimo. Cuando menos te lo esperes, la oportunidad te va a llegar y tienes que estar preparado. Soy de pensar igual siempre, de no bajar los brazos y de sacar la lectura positiva de las cosas. Esta es una situación que hoy está así, pero estoy tranquilo. Esto es muy largo y uno tiene que estar preparado.

-¿Le sorprendió quedarse fuera de la lista ante el Athletic después de su debut en Granada?

-Ya tengo 32 años. Tuve problemas, como lo que me tocó pasar el año pasado, que te hacen ver las cosas mucho más tranquilas. Puedes tener un día en el que uno puede estar un poco fastidiado, pero es normal, porque uno quiere jugar, pero ya está, eso te puede pasar un día. Es un momento en el que uno se levanta con un mal día, pero nada más. Le puede pasar a cualquiera y en cualquier ámbito de la vida, no solo en el fútbol. Después de eso, trato de entrenar siempre a tope, con unas ganas increíbles. Disfruto mucho del día a día. Tengo la suerte de vivir de lo que me gusta. Gracias a dios pude volver después de mi proceso y de toda la experiencia que me tocó pasar. No es algo que mire para atrás y diga: 'uy, qué mala suerte'. No. Todo lo contrario. Siempre hay cosas en la vida que aparecen y son obstáculos para pasar, cosas de las que se aprende, y hay que seguir mirando hacia adelante. Me tomo todo de esa manera. Lo que está a mi alcance es hacerlo lo mejor posible. Después, el míster es el que decide y en eso no puedo incidir. Lo que uno puede hacer es dejarlo todo en cada entrenamiento y cada vez que me toque jugar, y después, poquito a poco, todo se acomoda.

-¿Todo se relativiza después de superar un cáncer?

-Sí. Es más, me pongo a analizar y el año pasado llego al Newcastle faltando tres o cuatro meses, sin saber si iba a volver a jugar, y después termino jugando todos los partidos de titular. Imagínate lo que es acabar de esa manera una temporada que arrancó con quimioterapia. Esto cambia mucho. Desde ese momento me fui preparando para cada vez sentirme mejor y ponerme en la dinámica del grupo. Lo hice y terminé de la mejor manera. Ahora estoy acá, tratando de hacer eso también. Voy a darle con todo, no voy a bajar los brazos. Uno llegó tarde y sabe que también tiene que ganarse su lugar. La temporada es larga.

-¿Se es menos egoísta después de un trance así?

-Nunca fui egoísta, ni mucho menos. Tuve la suerte de ser siempre titular en todos los equipos en los que estuve. Luego los últimos dos años estuve un poco más alejado de los terrenos de juego, pero son circunstancias. Uno tiene que estar mentalizado y preparado para cuando llegue ese momento.

-Pero usted fichó por el Deportivo para jugar?

-Sí, obvio, pero uno llega a un equipo que tenía ya un par de meses de trabajo, que está sacando buenos resultados y siempre es más difícil que se produzcan cambios. Son 15 años de profesional y uno sabe cómo se van dando estas cosas. Por eso digo que lo que uno puede hacer es no bajar los brazos y seguir preparándose porque el momento en algún lugar de la temporada llega, y ahí tienes que estar preparado para, una vez que entras, no salir.

-Víctor siempre dice que todos sus futbolistas son protagonistas, incluso los que no juegan?

-Si uno no participa es difícil ayudar, esa es la realidad. Sí que cada uno tiene que dejarlo todo cada minuto en cada entrenamiento y después sumar en la dinámica del grupo. Ayudar si uno no juega o sentirse importante si no juega es difícil. Siempre aconsejo a los chicos que no juegan o no están que lo que hay que hacer siempre es ser positivos, entrenar a tope y matarse porque el momento llega. Acá cada uno lo va a tener y tiene que estar preparado para cuando tenga la oportunidad, agarrar los minutos, disfrutarlos, exprimirlos y sacarles el máximo provecho.

-¿Ya bajó ese kilo y medio que le recomendaron los médicos?

-Sí. No era mucho. Siempre fui muy flaco y después en Inglaterra subí masa muscular. Me recomendaron que bajara kilo y medio de mi peso, que generalmente está en 82 o 83, y ya lo hice. Los médicos están para darle a uno lo mejor. Me gusta escucharlos, ellos tienen experiencia, conocen el cuerpo de cada jugador y si ellos te dan un consejo es para sacar provecho.

-Pese al gran inicio de Liga, la meta del Dépor es la salvación...

-Por supuesto. Para nada se puede variar ese objetivo. Uno no puede pensar en otra cosa con una Liga tan competitiva. Puedes encadenar dos jornadas sin buenos resultados y ya se encienden las alarmas porque los de abajo empiezan a sumar. Hay que ir con tranquilidad, partido a partido. Lo fundamental es hacer de Riazor un fortín. Hay que aprovechar esta buena dinámica, no relajarse y saber que, hasta que los puntos digan otra cosa, el objetivo es la salvación.

-Con su prometida en A Coruña, ¿se hace más fácil el día a día?

-Llegó el domingo y se quedará hasta el jueves que viene. Ella está con mucho trabajo en Argentina y no puede tomarse muchos días. Si bien la distancia no es fácil, los dos estamos haciendo un esfuerzo por nuestro futuro. Ella apareció en mi vida en un momento bastante delicado, cuando estaba pasando por mi tratamiento. La verdad es que la quiero mucho y es un apoyo muy grande para mí. Estamos disfrutando estos días juntos porque pudo hacer un hueco para venir a verme. Es muy importante para mí. Apareció en un momento delicado y yo estoy muy contento y muy enamorado con ella. Estamos muy bien.

-Por cierto, ¿sabe si se resolverá pronto su demanda contra el Newcastle por discriminación?

-El tema jurídico lo llevan mis abogados. Prefiero no hablar de cosas que no sé exactamente. No lo hice porque no me renovaran sino por el trato, por cómo me sentí yo. La renovación es algo que no tuvo nada que ver.