Faltan cinco partidos para el final de la primera vuelta y el Deportivo se mantiene en un puesto que conduce a una competición europea la próxima temporada. Es sexto con un punto de ventaja sobre el Athletic (7º), dos sobre Valencia y Eibar (8º y 9º), y tres sobre Sevilla y Betis (10º y 11º). La regularidad en los registros es lo que permite a los coruñeses ocupar una posición en la zona noble de la clasificación; está en el grupo de equipos que menos partidos perdió (2); es el cuarto máximo goleador (21 goles) y es el quinto que menos encaja (14 tantos).

La buena marcha de los deportivistas tiene un nombre propio en el se centran todos los focos: Lucas Pérez. Sin embargo, la regularidad que viene manteniendo en estas primeras catorce jornadas hay que encontrarla en otros aspectos del juego, más allá del buen momento del atacante de Monelos. Cierto que está demostrando una altísimo porcentaje de acierto y de efectividad, con unos números que lo acercan a los grandes atacantes de la historia del cuadro blanquiazul, pero por detrás de su tino en el remate está el trabajo defensivo de todo un bloque, en el que el propio Lucas es uno más a la hora de colaborar en tareas de contención.

Javi Bardanca, entrenador del Silva, alaba el esfuerzo del grupo y el pasado sábado destacó "el trabajo y la presión de Lucas y Jonathan sobre todo en la primera parte", que fue cuando los andaluces tuvieron más llegada aun en un partido de intercambio de golpes. Tras el descanso, ambos atacantes" pagaron el esfuerzo del primer periodo" y ya no "pudieron presionar con la misma intensidad", explica Bardanca. Esa es la clave del éxito de este Deportivo, el esfuerzo de un grupo en el que todos trabajan para todos aunque en ataque solo brillo uno porque el resto de los atacantes parecen tener las luces fundidas.

Pero no solo Lucas y Jonathan se llevan los méritos de los apoyos en tareas defensivas, en las que también lucen los compañeros del centro del campo. Incluso futbolistas como Cani, de mentalidad ofensiva y con un tremendo caudal de fútbol en sus botas. "El aporte de autoestima que debe conllevar el partido del sábado, supone casi tanto como haber ganado", comenta Kike Pampín, coordinador del olímpico de Rutis. "El equipo funciona como colectivo, todos pelean, presionan y se ayudan, y en el plano individual es difícil hacer una elección. De todas formas del sábado me quedo con Arribas y Cani. El aragonés tiene mucho fútbol en sus botas y, a pesar de su veteranía, también una capacidad de sacrificio encomiable", agrega el entrenador coruñés.

Ambos técnicos valoran el esfuerzo de los futbolistas, "el estudio y preparación de los partidos" por parte de Víctor Sánchez como clave del éxito de un equipo que "sorprende por su efectividad y su gran regularidad". "El Deportivo sabe a que juega en cada partido", asegura Pampín, "y sabe complicarles las cosas a los adversarios", añade. Incluso cuando se producen adversidades, como sucedió ante el Sevilla, ante el que no "hubo tiempo casi a comprobar la eficacia del diseño ofensivo" debido a la temprana lesión de Oriol Riera.

La suma de un todo es lo que permite al Deportivo ocupar posiciones de privilegio. Lo que le hace ser el equipo que menos partidos ha perdido (2) junto al Barcelona, Atlético y Madrid; ser el cuarto conjunto con mayor número de goles a favor (21) igualado con el Athletic y solo superado por Barcelona 34), Madrid (32) y Celta (25); y el quinto menos goleado (14 goles) con un registro que solo mejoran el Atlético (6), Valencia (11), Madrid (12) y Barcelona (13).

En las catorce jornadas que se han disputado, el Deportivo ha estado cuatro sin encajar lo que le permite estar con una media de gol recibido por partido disputado y solo permaneció dos jornadas sin anotar: en Málaga (2-0) y en Riazor frente a la Real Sociedad (0-0). Cierto que en ataque está dependiendo en exceso de la eficacia de Lucas, que lleva diez de los 21 goles, pues la aportación del resto del equipo se limita a otros nueve tantos -los otros dos fueron en propia meta: Álvaro (Espanyol) y Jonny (Celta)-.