Europa ya no es una palabra prohibida en Abegondo, donde hasta ahora el horizonte del Deportivo alcanzaba hasta la salvación, nunca más allá. La gran marcha del equipo coruñés, sexto clasificado con 27 puntos en su casillero, está haciendo que la ilusión crezca no solo entre la afición sino también entre los futbolistas. Siguen siendo prudentes y realistas, como quiere Víctor Sánchez del Amo, pero a la vez empiezan a manifestar sus esperanzas de acabar la Liga luchando en esa misma zona noble de la tabla en la que el Dépor empieza 2016, el año en el que el club celebra el 110 aniversario desde su fundación. "Lo primero es la salvación y, después, si podemos soñar con estar ahí y pelear por Europa, creo que es hermoso", afirmó ayer Fede Cartabia, el primer futbolista blanquiazul en manifestar abiertamente su ilusión por sellar un billete continental para la próxima campaña. "Yo ya lo jugué, lo viví y es muy lindo", recordó sobre su concurso en la Liga Europa con el Valencia en la campaña 2013-14.

La plantilla del Deportivo regresó ayer por la tarde al trabajo en Abegondo para empezar a preparar el encuentro de mañana en Riazor frente al Villarreal (18.15 horas), correspondiente a la penúltima jornada de la primera vuelta. Tras descansar el día de fin de año, los futbolistas completaron una sesión de recuperación, suave para los que formaron de inicio frente al Getafe y más intensa para el resto. Los que fueron titulares en el Coliseum Alfonso Pérez se retiraron a los vestuarios antes. Entre ellos, Fede Cartabia, que espera empezar 2016 con buen pie frente al Villarreal, cuarto clasificado con 33 puntos, seis más que el Dépor. El argentino augura un partido complicado ante el submarino amarillo, que llegará a Riazor en un momento dulce. Sin embargo, el Dépor también está fuerte. Lleva ocho jornadas sin perder y por eso el argentino confía en amarrar los tres puntos. "El Barcelona también estaba en forma y le empatamos", argumentó.

27 puntos ahora, 13 en 2015

Comienza el nuevo año con felicidad para el Deportivo, cargado de confianza después de unos primeros meses de Liga extraordinarios. El equipo de Víctor Sánchez está superando todas las expectativas, incluso las más optimistas. Va camino de garantizar pronto el objetivo inicial de la permanencia para, una vez alcanzados los 42 puntos que en teoría aseguran la salvación, poder elevar el listón para aspirar a cotas mayores. De momento, la afición blanquiazul se ilusiona con la posibilidad de que el Dépor pueda mantenerse hasta el final en la pelea por Europa, un sentimiento que poco a poco empieza a aflorar tímidamente en el vestuario. El horizonte inmediato es más que alentador, nada que ver con el panorama desolador de hace justo un año. El equipo que entonces dirigía Víctor Fernández cerró 2014 con una sonrojante derrota en Villarreal (3-0) que volvía a situar al técnico aragonés al borde del despido. El Deportivo sumaba entonces solo 13 puntos. Un año después, tiene 27 en su casillero y ocupa una posición privilegiada, la sexta.

El éxito es, por encima de todo, colectivo, aunque algunos nombres propios sobresalen, empezando por el de Víctor Sánchez del Amo. Su carácter meticuloso y el profundo trabajo analítico que desarrolla junto a su cuerpo técnico están dando resultados. El entrenador madrileño prepara un plan específico para cada partido, en función del momento de su propio equipo, de los futbolistas de los que dispone y también de las peculiaridades del rival que toca cada fin de semana. Es un Dépor siempre reconocible, pero que a la vez presenta matices en cada jornada.

Con solo dos derrotas en los 17 encuentros ligueros que ha disputado, el conjunto blanquiazul se ha ganado el máximo respeto de todo el fútbol español. Y si algún futbolista respetan por encima de todos los demás, ese es Lucas Pérez, el auténtico líder del equipo dentro y fuera del campo. Con sus doce goles, encabeza el pichichi nacional de la Liga, y además aporta muchísimas otras cosas. No para de incordiar a los zagueros rivales, baja a recibir el balón para oxigenar al equipo y tira desmarques constantes para tratar de ganar la espalda a la defensa contraria.

La otra gran sensación de la temporada está siendo Pedro Mosquera, el sostén del equipo en el centro del campo. El coruñés empieza el año en un gran momento de forma, al igual que Álex Bergantiños, otro futbolista autóctono que se ha convertido en titular indiscutible desde la lesión de Celso Borges. Fundamental está siendo también la aportación de otros jugadores como por ejemplo Fernando Navarro, Sidnei Rechel, Alejandro Arribas o Fayçal Fajr. En realidad, el Dépor está ofreciendo casi siempre un nivel alto independientemente de cuál sea la alineación. Víctor tiene a todos en tensión máxima durante la semana. Los jugadores saben que el técnico suele introducir algún retoque en el once entre una jornada y la siguiente, y eso hace que la motivación y la competencia sean altísimas. El gran beneficiado es el equipo, porque ese afán individual por estar a tope hace que el bloque también crezca. "Somos muchos futbolistas. Cada vez que le tocó jugar a uno, respondió bien", indicó ayer Cartabia sobre el carácter competitivo y la regularidad que se han convertido en las principales señas de identidad del equipo.

El arranque de 2016 llega especialmente cargado de partidos para el Deportivo, que tiene también muchas esperanzas depositadas en la Copa del Rey. Ahora es cuando deberá demostrar que dispone de una plantilla amplia y compensada, en la que cualquiera está capacitado para salir y hacerlo bien cuando le llegue su oportunidad. La privilegiada situación del Dépor en la Liga le permite dedicar esfuerzos y atención al torneo del KO. La pasada temporada esta competición fue un auténtico estorbo y pasó de puntillas por ella, cayendo en la primera eliminatoria que le enfrentó al Málaga en diciembre. No interesaba seguir en la Copa porque todas las energías estaban concentradas en salir del pozo y acabar salvando la categoría.

Esta vez, en cambio, sí supone un bonito desafío hacer todo lo posible por ir avanzando rondas. La de octavos, frente al Mirandés de Segunda División, se presenta en teoría asequible para el Deportivo. Si la supera, jugaría los cuartos de final también en enero, lo que aumentaría todavía más la dureza del mes, con hasta nueve encuentros por delante, contando el del lunes 1 de febrero ante el Rayo Vallecano en Riazor. "Cuanto más lejos lleguemos, mejor para el Deportivo y para nosotros", indicó Cartabia, que sigue apostando por ir "partido a partido", centrando todos los esfuerzos en el siguiente encuentro. "Cuanto antes logremos el objetivo de la salvación, mejor -recalcó el argentino-. Luego, lo que venga, bueno será".