Sólido, competitivo y difícil de superar. Así es el Deportivo de Víctor Sánchez del Amo, el primero en celebrar el gran trabajo de su equipo hasta el ecuador del campeonato pese a las últimas dos derrotas frente al Villarreal y al Madrid. La escuadra de Zinedine Zidane se convirtió el pasado sábado en el cuarto equipo que logró vencer al Dépor en toda la primera vuelta, en la que el equipo coruñés destacó por haber mostrado una enorme regularidad pese a estas dos derrotas consecutivas tan recientes. Además del conjunto merengue, solo el Sporting, el Málaga y el Villarreal, este último gracias a varias decisiones arbitrales que perjudicaron gravemente al Dépor, fueron capaces de tumbar a la formación blanquiazul. En total, cuatro derrotas en 19 partidos, un registro revelador de la gran primera vuelta que ha completado.

Con 27 puntos en su casillero, dos tercios de los necesarios para salvarse, ya ha avanzado mucho trecho en su camino hacia el objetivo final de la permanencia, una meta que aspira a alcanzar lo antes posible para poder pensar en elevar el listón inicial. Mientras tanto, el Dépor no se fijará en nada más que no sea en reunir los puntos suficientes para evitar una de las tres últimas posiciones al término del campeonato. El mensaje en el vestuario sigue intacto. Es el mismo con el que comenzó la temporada. Los futbolistas, de la mano del cuerpo técnico, han tratado de aislarse siempre de la ilusión, por momentos desbordante, que generó entre la afición la gran marcha del equipo. Les encanta que la gente sueñe con pelear por algo más que la salvación pero tienen claro que, de momento, ese sigue siendo su único horizonte.

El registro de 27 puntos en la primera vuelta es el cuarto mejor de las últimas diez participaciones del Deportivo en la máxima categoría del fútbol español. Hace un año, con Víctor Fernández en el banquillo, no pasaba de los 17 puntos a estas alturas, mientras que en la anterior campaña en la elite, la 2012-13, sumaba 16 en el ecuador con Domingos Paciência al frente. El portugués, que relevó a José Luis Oltra en la jornada 18, abandonó el cargo tras cinco partidos al mando del equipo coruñés, al que luego estuvo a punto de salvar Fernando Vázquez tras una espectacular reacción en el último tercio de Liga. Ahora el Dépor de Víctor Sánchez afronta la segunda mitad del campeonato en una situación muy cómoda, no solo por su privilegiada posición en la tabla, noveno con doce puntos de ventaja sobre el descenso, sino sobre todo por las buenas sensaciones que transmite el equipo.

Para encontrar un registro de puntuación mejor que el actual del Deportivo en la Liga BBVA hay que remontarse a la primera vuelta de la temporada 2009-10, que finalizó en la quinta posición con 34 puntos, empatado con el cuarto, que era el Mallorca. Miguel Ángel Lotina era el entrenador del Deportivo, que a sus órdenes también hizo una gran primera mitad de Liga en la campaña anterior, la 2008-09, en la que sumó 30 puntos en los primeros 19 encuentros. En la última década solo hay otro tercer precedente más brillante que el actual, el del curso 2005-06, con Joaquín Caparrós en el banquillo y Víctor Sánchez sobre el césped en su última campaña como futbolista blanquiazul. Entonces, el Dépor tenía 32 puntos a estas alturas y era quinto, solo un punto por debajo del Madrid, que marcaba la frontera con los puestos de Champions. Por tanto, la actual campaña está siendo una de las mejores del equipo coruñés comparando sus últimas participaciones en Primera.

Solo cuatro derrotas

Llama la atención, sobre todo, los pocos partidos que perdió, únicamente cuatro, una marca inédita desde el curso 2003-04, aún con Javier Irureta al frente. El actual Dépor nunca da su brazo a torcer. Incluso el pasado sábado, en el Bernabéu, siguió dando la cara hasta el final en busca del gol del honor. Se ha ganado el máximo respeto de todos sus rivales porque, por encima de todo, compite siempre, tanto en casa como fuera.

En Riazor tuvo algunos problemas al principio pero poco a poco fue creciendo hasta convertirse en un conjunto también fiable como local. Sin embargo, donde más cómodo se ha sentido es en sus desplazamientos, aprovechando los espacios para explotar el contraataque. Tanto es así, que ha sumado más puntos como visitante (14) que en su propio feudo (13). Los empates en campos tan complicados como Mestalla (1-1) o el Camp Nou (2-2), y los triunfos en los estadios del Rayo (1-3), Betis (1-2) y Las Palmas (0-2) demuestran esa regularidad como visitante del Deportivo, que también celebró victorias convincentes en su estadio ante Espanyol (3-0), Celta (2-0) y Eibar (2-0).