El Juzgado de Menores número cuatro de Madrid acogerá este lunes, 25 de enero, el juicio a puerta cerrada contra el menor A.C.G. por el que la Fiscalía pide 11 años de reclusión por su presunta participación en la muerte de Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, el seguidor del deportivo asesinado en la ribera del Manzanares el 30 de noviembre de 2014.

Este menor, que fue identificado por un testigo protegido, también menor de edad, es el único acusado por la muerte del hincha deportivista gracias también a una prueba auditiva -recogida por TVE- en el que se le reconoce en una conversación por medio del WhatsApp después de la emboscada a los Riazor Blues, que acabó con el asesinato de Jimmy.

"Le hemos reventado, sin porra me he quedado, le he pegado un palizón", asegura el acusado. "El pavo que yo creo que se ha muerto, se ha llevado a su hijo y todo, para pegarse con nosotros, menudo gilipollas, se ha colgado del bordillo del puente y se le veían las manos y entonces al muy subnormal le han pillado y le han empezado a reventar botellas en la cabeza, puñetazos, se ha quedado sin conocimiento y se ha caído al río", añadió al mismo tiempo que presumía de la hazaña: "Ha estado muy basto. Y no sabéis el puto respeto que nos hemos ganado hoy. Ahora mismo somos los putos dioses", se le oye decir.

Este menor es el único acusado de la muerte de Jimmy, ya que el juez que lleva el caso, Pedro Merchante, decidió en mayo de 2015 dejar en libertad a los cuatros acusados del asesinato del seguidor deportivista. El magistrado consideró que la policía había cometido "un error contundente" en la identificación de las personas que fueron arrojadas al río Manzanares. Merchante Somalo se basa en las testificación de un agente de movilidad y del individuo que grabó el vídeo que utilizó la policía para identificar a los agresores.

La policía mantuvo, y mantiene, su teoría de que quienes lanzaron al río a Jimmy y a Santiago A. M., el otro deportivista arrojado a las aguas y que salió por su propio pie, son los mismos, ya que el margen de tiempo les hacía pensar que los agresores eran los mismos. Pedro Marchante, cuarto juez del caso, liberó en mayo a los cuatro individuos encarcelados y desde septiembre decidió no realizar más instrucciones, además de obviar la testificación del menor protegido, que es la que ha provocado el inicio del juicio del lunes próximo contra uno de los agresores.