Víctor Sánchez del Amo (Madrid, 1976) renovó recientemente su contrato como entrenador del Deportivo por una temporada más. Su voluntad es la de permanecer cuantos más años mejor en un club al que, asegura, le une un vínculo especial. Habla casi siempre en plural para subrayar la importancia que le otorga a su equipo de colaboradores en el cuerpo técnico mientras explica las razones por las que amplió su vinculación con la entidad y desmenuza los motivos por los que el equipo encadena cuatro empates seguidos y siete partidos sin ganar.

-En abril se hará un año de su llegada, ¿qué balance haría?

-No tenemos tiempo de hacer balances. Lo lógico es hacerlo cuando acabe la temporada, es cuando te puedes parar a ver. Los ciclos se marcan por la competición, pararte a pensar en medio de ella en lo que has hecho antes te sirve de poco. Cuando se cumpla el año se podrán sacar datos y estadísticas, pero nosotros no. Eso no nos va a ayudar a cumplir nuestro objetivo. Una vez que acabe la temporada sí se podrá, pero es bonito ir acercándonos a cifras redondas como es un año en el Deportivo. Para nosotros eso es especial, es emotivo y ojalá que podamos seguir acumulando muchos más.

-Renovó por un año porque argumenta que no importa lo que ponga en un papel...

-Es así de sencillo. Por la situación económica del club el hacer contratos más largos requiera más complejidad, más cláusulas para anticipar posibles situaciones futuras. Eso lo que hace es complicarlo, con lo cual, para qué vamos hacerlo con la voluntad que hay de que un contrato largo no sea ningún tipo de carga para el club. Para nosotros eso no es ningún tipo de problema, al revés, lo simplificamos y lo hacemos más sencillo. Contrato de un año, de una hoja, y la voluntad que tenemos todos de seguir aquí con un proyecto a medio-largo plazo para ayudar al club a crecer, a quitar deuda y a estabilizarse en Primera, que es el deseo que todos tenemos. Entendimos que el mejor formato es hacerlo por un año.

-¿No puede ser resultar una contradicción compaginar un proyecto a largo plazo con contratos de solo un año?

-Hay muchos ejemplos que han demostrado que eso no es ninguna contradicción. Yo por ejemplo, de las siete temporadas que pasé como jugador en el Deportivo, en seis de ellas tuve a Jabo (Irureta), que tenía contratos de un año. La situación del club, con la deuda que tiene, implica que desde la gestión no se puedan acometer situaciones de riesgo. Los contratos largos implican situaciones de complejidad y no creíamos que fuese necesario cuando tenemos tan buena voluntad por ambas partes.

-¿Les llevó tiempo ponerse de acuerdo?

-No. Yo es que además ni he participado, para eso tengo a mi asesor.

-¿Ha influido la planificación deportiva, las posibles renovaciones y permanencia de jugadores importantes en su proyecto?

-Para nada. Ni se ha hablado. Cuando llegamos aquí ya lo dijimos y lo hemos dicho muchas veces, estamos aquí al servicio del club para ayudarlo desde las capacidades que nosotros tengamos como cuerpo técnico y desde las posibilidades económicas que tenga el club, que son reducidas con respecto a la confección de la plantilla. Nuestro trabajo es aportar nuestro granito de arena a la dirección deportiva y hacer que los jugadores crezcan. Si podemos revalorizarlos, muchísimo mejor porque eso puede generar beneficios y riqueza para el club.

-Hace un tiempo avisó que no le gustaba inmiscuirse en el trabajo de la dirección deportiva ¿seguirá sin meterse en esa parcela?

-Depende cómo se interprete eso. Considero que, desde la experiencia que tengo y desde la formación que tengo también en gestión, las áreas de dirección deportiva, junto con el consejo de administración del club, son los que tienen que tener la última palabra a la hora de confeccionar las plantillas. Por supuesto que se tiene que contar con la opinión del cuerpo técnico, pero no es competencia del cuerpo técnico fichar. Los cuerpos técnicos tenemos que estar para opinar, para hablar sobre posiciones que se consideran más importantes a reforzar y perfiles de jugadores que se consideran más importantes en función de los sistemas que se quieran manejar. Nuestro trabajo es desarrollar esos jugadores como equipo para que haya un rendimiento deportivo con el objetivo de mantenernos en Primera y, a nivel individual, nuestro objetivo es que los jugadores crezcan y se revaloricen. Es una manera de que se pueda generar al club un beneficio para quitarse deuda. Hacerlo para el Deportivo, con los sentimientos que tenemos hacia él, es mucho mejor. Es algo que a lo mejor en otro club no te lo planteas igual y eres más egoísta. A lo mejor primas el rendimiento del equipo por encima de todo porque sabes que estás a expensas de los resultados, pero en nuestro caso en el Deportivo no anteponemos esos intereses personales. Mi vinculación con el Deportivo va más allá de lo profesional, está lo emocional. Entendemos que poder ayudar al Deportivo a mejorar su situación económica es importantísimo.

-Sin embargo eso conlleva el riesgo de perder jugadores muy importantes, como con el reciente caso de Mosquera...

-Pero ese riesgo lo vamos a seguir teniendo mientras estemos en esa situación de desventaja con respecto a los rivales. El condicionante de la deuda lo tenemos y hay que luchar por ir reduciéndolo cuanto antes mejor para quitar límite salarial y aspirar a presupuestos más altos para poder competir en igualdad de condiciones contra rivales de más arriba. Eso es necesario, pero con un presupuesto bajo se puede competir y de hecho lo estamos haciendo. Estamos por delante de equipos con mayor capacidad económica, pero la experiencia nos dice que a la larga es muy difícil.

-¿Preveía que se presentase una situación como la de Pedro Mosquera?

-Convivimos con eso porque ya ha pasado más veces. Ese riesgo siempre existe, pero en el caso de Pedro (Mosquera) hemos conseguido que se quede con nosotros, es muy importante.

-¿Intervino de algún modo?

-Yo me entero por el jugador. Me lo comenta y me explica la posibilidad que existe. Me lo explica el club después de esa conversación y entre todos hablamos, pero al final es el jugador el que decide en esos casos. Estoy muy contento de que Pedro se haya quedado con nosotros. Cuando un jugador te pide consejo en estas situaciones porque tienes más experiencia y has podido vivir casos parecidos, yo lo tengo muy claro. El consejo es que las decisiones las tiene que tomar uno mismo porque si no en el futuro te arrepientes. Si dejas que las decisiones las tomen otros por ti o tomas decisiones condicionado por otros, normalmente le das vueltas toda la vida. Son momentos importantes en tu vida y es lo que le comenté a Pedro, que valorase muy bien los pros y los contras, las connotaciones deportivas, pero que tomase él la decisión. Que se asesorase y que escuchase los consejos de las personas importantes para él, pero que tomase él la decisión. Una vez que tomas tú la decisión, después de reflexionar, te implicas con ella y vas a defenderla a muerte. Cuando lo haces por ti mismo vas a muerte con tu idea.

-¿Se ha resentido la idea del equipo?

-Eso le pasa a todos los equipos. Por suerte no hemos tenido muchos altibajos, pero no estamos vacunados contra eso. Estamos siendo un equipo bastante estable, bastante regular, bastante equilibrado y eso es bueno porque venimos de una situación de mucho desequilibrio hace menos de un año. El equipo tiene una idea clara, tiene una identidad, es sólido y además eso nos hace estar en una posición tranquila para seguir intentando ganar cada partido y conseguir cuanto antes nuestro objetivo.

-¿Sigue mirando la clasificación hacia abajo?

-Sí. Es que en ningún momento ha cambiado el objetivo. Ni nos ha cambiado a nosotros ni al club. En el transcurso de toda la temporada, todos los mensajes desde el punto más alto de la pirámide hasta abajo son que el objetivo es la permanencia, pero eso no está reñido con quedar lo más alto posible. Tiene que seguir siendo así y no se puede perder esa perspectiva de humildad. Nosotros intentamos luchar por tres puntos en cada jornada y de hecho estamos muy cerca.

-Sin embargo ya son cuatro empates consecutivos y trece en la temporada...

-Hemos acumulado una gran cantidad de empates precisamente por intentar ganar los partidos. Todos los partidos tienen tres opciones de resultado, cuando tú estás intentando ganar, ganar y ganar lo siguiente en el escalón es el empate. Cuando empatas mucho, por lo menos desde nuestro punto de vista, es porque estás rozando la victoria. El ser capaz de puntuar cuando no se puede ganar siempre es positivo, aunque nuestra aspiración es intentar ganar siempre.

-¿No termina penalizando en exceso en un campeonato de tres puntos por victoria?

-Que nos quiten los puntos que tenemos de empates a ver dónde estábamos y si penalizan. Además es igual, eso son opiniones, cada uno tendrá la suya.

-Cambiando alguno por una victoria el objetivo ya estaría conseguido...

-Intentamos ganar cada partido, pero cuando se empata también es sinónimo de igualdad. Es que hay mucha igualdad, es que vemos al Barcelona y le cuesta ganar al Levante, es que vemos al Barcelona y le cuesta ganar al Atlético con nueve jugadores. A todos los equipos les cuesta ganar, ¿por qué vamos a ser nosotros diferentes y vamos a ganar más fácil que los rivales? Pero si somos el segundo presupuesto más bajo. ¿Cómo vamos a tener nosotros más capacidad para ganar que nuestros rivales? Los datos estadísticos de la Liga son de máxima igualdad. Nosotros somos el décimo equipo en cuanto a media de ocasiones de gol por partido y estamos novenos en la clasificación. El dato más significativo de que un equipo va a buscar la victoria es el de ocasiones que crea. La media de ocasiones de gol de todos los equipos de la Liga es de 10,4 por partido. Nosotros estamos en 11, estamos por encima de la media. Estamos en el puesto octavo en posesión de balón, que es un dato importante también porque si quieres ganar necesitas el balón. Y defensivamente estamos también entre los mejores, eso demuestra que somos un equipo equilibrado.

-¿Por qué se resiste la victoria entonces?

-Por cuestiones del azar o lo que sea hemos encarrilado muchos empates, pero en el análisis de esos empates solo ha habido dos que acabaran con 0-0. El resto, once, se dividen en seis en los que íbamos ganando. ¿Qué cosas han pasado en esos partidos que íbamos ganando y que hemos empatado? En todos ellos han sido errores individuales que le pasan a todos los equipos. Una desatención en una marca, un penalti por una decisión errónea, un mal despeje, una barrera que se abre, un rebote que entra por la escuadra... Son situaciones que tienen que ver con decisiones individuales o con el azar y que no puedes controlar. Nos ha pasado en seis partidos que íbamos ganando. Y luego en cinco partidos que íbamos perdiendo hemos remontado y hemos conseguido rescatar puntos, además contra rivales dificilísimos: contra el Atlético de Madrid, contra el Athletic de Bilbao y contra el Barcelona. Y ahora contra dos equipos como el Rayo y el Sporting, que no son grandes pero que en la segunda vuelta están con la más absoluta necesidad. Nuestro equipo siempre compite para intentar ganar, pero las situaciones de los partidos nos han llevado a sumar trece empates. Y buenos son porque, punto a punto, si nos los quitan dónde estaríamos.

-¿Pero el azar también es parte de este juego no?

-Por supuesto, claro. Un rebote es fortuito, es incontrolable. Una decisión de un árbitro desacertada también tiene influencia en el juego. Nosotros si podemos presumir de algo es de que no hemos tenido decisiones arbitrales que nos hayan ayudado a ganar puntos, nos ha pasado al revés y podríamos estar más arriba. De qué nos sirve quejarnos de eso, de nada no nos va a devolver puntos.

-Alguno se ha preguntado por qué no se han quejado más de los errores arbitrales...

-Creo que nos hemos quejado con la educación que hay que mantener siempre, pero dentro de unos baremos de lógica. Entendemos que hay que mantener siempre el respeto, por lo menos es nuestra forma de ser. De nada sirve una pataleta y gritar, no tiene ningún sentido. Lo primero que hay que entender con respecto a las decisiones arbitrales es que son humanos y no son infalibles. Otra cosa es que se busque tomar medidas para mejorar reglas que están provocando muchos conflictos.

-¿Se ha aliviado la dependencia que podía haber de Lucas con la aportación goleadora reciente de otros jugadores?

-Ha marcado Lucas, pero ha marcado Luis Alberto y ha marcado también Fayçal. Obviamente, cuanto tienes a un jugador que lleva 14 goles, eso pesa mucho en el rendimiento del equipo. Pasa en todos los equipos. Hay jugadores que han ayudado de distintas posiciones y eso ha ayudado a sumar puntos. Lo bueno es que una de las cualidades de este equipo es la capacidad colectiva. Eso se está trabajando y se sigue trabando.

-¿Mantiene el equipo la frescura física de comienzos de temporada?

-Los datos físicos que manejamos son buenísimos. No se pueden valorar los datos físicos en función de los resultados, te pueden llevar a muchas equivocaciones. Las sensaciones en los partidos son que el equipo compite hasta el último minuto y tiene energía. Estamos encantados en ese aspecto.

-Últimamente ya no hay tantas rotaciones en la alineación, ¿ha encontrado un equipo más reconocible?

-El principio de temporada es un contexto en el que hay más espacio para más cambios porque todavía no están consolidados todos los conceptos. A medida que eso se va haciendo, se van acumulando también datos de rendimiento. Ese es el dato principal para estar en los onces y en los cambios. Entrar en el once y entrar en los cambios se consigue con rendimiento, y eso hay que ganárselo.

-¿Influyó en eso la eliminación en la Copa?

-No. Fue un golpe en nuestra ilusión en ese momento porque es una competición muy bonita, pero una vez que te quedas fuera ya está, cerrado. La pena es que se pierde una competición en la que se pueden seguir repartiendo minutos, pero no sirve de nada lamentarse. Queda la Liga, que además es la súper importante, es la que nos da la vida y en la que no podemos fallar.

-¿Tiene ahora tras las salidas en enero una plantilla más de su gusto en cuanto al número?

-Estamos para gestionar la plantilla que se configure desde la dirección deportiva y el consejo. Una opción era la que la manifestamos públicamente, la de buscar una plantilla de unos 22 jugadores para hacer hueco a chicos del filial que habíamos visto en pretemporada y que estuvieran entrenando de manera recurrente con el primer equipo. Era una manera de revalorizar jugadores a coste bajo y generarle riqueza al club. Al final se confeccionó una plantilla de 25 y ese trabajo no se ha podido hacer de la manera que nos hubiera gustado. Ahora en el mercado de invierno jugadores con pocos minutos optan por cambiar y nosotros también lo vemos bien. Como nosotros llevamos bien la lección no necesitamos reforzarnos y lo que hemos hecho ha sido soltar jugadores. Estamos fenomenal y encantados.

-Antes citaba a Irureta, ¿se ve un tiempo parecido como entrenador del Deportivo?

-Yo soy de vivir el día a día, de tratar de disfrutar cada día y de no condicionarme a nada firmado. Aunque se firme un contrato de muchos años, siempre es susceptible de romperse. Es mucho más importante la voluntad que lo que esté escrito. Disfrutamos de nuestro trabajo y de nuestro día a día y ojalá podamos estar aquí tantos años como estuvo Jabo (Irureta), eso sería sinónimo de que las cosas están saliendo bien.