Es el momento de Celso Borges. Por lo menos, para regresar a las convocatorias del Deportivo. Los problemas físicos de Juan Domínguez abren más hueco para la vuelta del costarricense. La última palabra la tiene Víctor Sánchez del Amo, que solo dispone de otros dos mediocentros aptos para competir: los coruñeses Pedro Mosquera y Álex Bergantiños. El pasado fin de semana dejó a Borges en A Coruña y se llevó a Domínguez a Gijón. El naronés no tuvo minutos y vio todo el partido desde el banquillo de El Molinón. Mañana, ante el Betis, podría ser Borges el elegido para completar la lista. Recibió el alta el pasado martes día 2 y ya acumula dos semanas de entrenamientos con el grupo. Le falta, lógicamente, la chispa característica de la competición, pero está en condiciones de ayudar a sus compañeros, sea desde el inicio o a lo largo del partido. "Eso lo decide el técnico, por supuesto, según cómo me vea en los entrenamientos -declaró Borges la semana pasada-. Siempre hay una diferencia con el resto de los compañeros, pero toca asumir lo que toque, sean cinco minutos, diez o quince".
El internacional participó en los once primeros partidos de Liga, nueve de ellos como titular, pero la lesión que sufrió con su selección nacional el 13 de noviembre del año pasado, una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo, le obligó a parar. Seis días antes, el 7 de noviembre, disputó su último partido con la camiseta del Deportivo. Fue frente al Levante, en el Ciutat de Valencia (1-1). Inicialmente se fijó un plazo aproximado de recuperación de entre tres y cuatro meses, que el pivote logró reducir bastante. Ya está listo para competir. Quiere ayudar en este último tercio de Liga para enderezar una temporada que se le torció por culpa de ese dedo meñique del pie.
Diferente es el caso de Juan Domínguez. Está siendo una campaña muy gris para él, sin apenas minutos y varias veces fuera de las convocatorias por decisión técnica. En Liga su última aparición fue contra el Eibar, el 19 de diciembre del año pasado, cuando sustituyó a Lucas Pérez a falta de seis minutos del final. Luego solo tuvo minutos en la trágica eliminatoria de Copa ante el Mirandés. Jugó completo el encuentro de ida y en la vuelta Víctor optó por dejarlo en la ducha en el descanso en busca de una reacción que nunca llegó.
Ayer el exfabrilista sufrió otro episodio desgraciado al tener que abandonar el césped en el tramo inicial del entrenamiento en Abegondo por culpa de unas molestias en la parte posterior del muslo derecho, consecuencia de un golpe que recibió en la sesión del lunes. Por la tarde fue sometido a pruebas de imagen que revelaron que sufre una contusión en el tercio medio del bíceps femoral del muslo derecho.
Este contratiempo de Domínguez hace que la opción de Borges gane enteros para completar la convocatoria, ya que desde la salida del bosnio Haris Medunjanin en el mercado invernal el técnico deportivista solo tiene a cuatro mediocentros específicos entre los 23 jugadores de la primera plantilla: Álex, Mosquera, Domínguez y Borges. También tiene la posibilidad de reubicar a Fayçal Fajr como improvisado pivote, pero lo más natural es que apueste por gente específica para esa demarcación en caso de que en un momento dado necesite relevar a Mosquera o Álex. El de la Sagrada Familia se hizo fuerte en el puesto desde la lesión del costarricense y cumplió con creces como escudero del exmadridista en el centro del campo blanquiazul. Mosquera es indiscutible -ya que es el auténtico sostén del equipo, junto a Lucas Pérez- y la otra plaza en el doble pivote se la disputarán de aquí en adelante Álex y Borges.
Víctor Sánchez del Amo dirigirá esta mañana en Abegondo (10.30 horas) el último entrenamiento antes del encuentro de mañana frente al Betis, correspondiente a la jornada 24 del Campeonato Nacional de Liga de Primera División. A la conclusión del ensayo el técnico madrileño hará pública su relación de futbolistas convocados, en la que Celso Borges podría ser la principal novedad. Frente al conjunto verdiblanco el Deportivo buscará el primer triunfo de 2016 con el que romper una racha negativa de siete jornadas consecutivas sin ganar.
