Empate a empate, punto a punto, el Deportivo sigue avanzando hacia la meta de la permanencia. Es la lectura positiva a la que agarrarse después de la igualada del pasado sábado frente al Betis, la quinta consecutiva y la decimocuarta de la temporada. Un resultado amargo para el equipo coruñés, que hizo méritos de sobra para haber celebrado, por fin, su primera victoria del año. Lleva ocho jornadas sin vencer, un bache de resultados difícil de encajar teniendo en cuenta los buenos partidos que viene realizando, sobre todo en Riazor. Supo a derrota el 2-2, sobre todo por cómo se desarrolló el encuentro, pero al final ese nuevo empate no resultó tan malo, porque por lo menos sirvió para ampliar el margen con respecto a los puestos de descenso. Era de diez puntos y ahora es de once porque tanto el Granada como Las Palmas perdieron, los nazarís en Anoeta (3-0) y los grancanarios en el Ramón Sánchez Pizjuán (2-0).

Ese amplio colchón sobre los puestos de condena permite al Deportivo encarar con relativa tranquilidad el último tercio de la temporada. Está ansioso por ganar y las buenas sensaciones que transmite, sobre todo en ataque, ya no sirven de consuelo después de tanto tiempo sin sumar de tres en tres. Necesita reencontrarse de una vez por todas con el triunfo, pero al mismo tiempo su cómoda situación mantiene apagadas todas las alarmas. Y eso que el viernes se cumplirán dos meses desde la última victoria del Dépor. Fue el 19 de diciembre del año pasado, en la jornada 16 frente al Eibar, que cayó 2-0 en Riazor con tantos de Lucas Pérez y Alejandro Arribas. Desde entonces, el equipo blanquiazul no ha vuelto a ganar. No fue capaz en los últimos tres partidos de la primera vuelta ni tampoco en los cinco que se llevan disputados de la segunda. En total, ocho encuentros sin saborear un triunfo, pese a los cuales se mantiene firme en la novena posición de la tabla, once puntos por encima de los puestos de descenso.

Seis triunfos, como el Espanyol

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El Espanyol, próximo rival del Dépor, es el que marca la frontera con respecto a las últimas tres posiciones. Con solo 22 puntos, el conjunto perico se encuentra en una situación delicadísima. Lleva tantas victorias como el equipo coruñés, seis, pero solo sumó cuatro empates, frente a los catorce de la escuadra de Víctor Sánchez del Amo. Siguen en el pozo Las Palmas, antepenúltimo a un solo punto del Espanyol; Granada, dos por debajo de los catalanes; y Levante, colista con 17.

Desde el estreno liguero, en el que el Dépor empató sin goles frente a la Real Sociedad en Riazor, el colchón de los coruñeses sobre la zona de condena fue ampliándose cada vez más hasta llegar a los trece puntos tras la jornada 17, en la que el conjunto blanquiazul sumó otra igualada por 0-0 en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. El Deportivo venía de ochos encuentros consecutivos sin perder, con un balance de cinco empates y tres victorias que le permitieron auparse hasta los puestos europeos. Entonces era sexto clasificado con 27 puntos, trece más que el antepenúltimo, el Granada. Desde entonces, los de Víctor solo consiguieron cinco puntos más, suficientes para mantener una confortable distancia sobre el pozo.

Después de empatar sin goles frente al Getafe llegó la inmerecida derrota en Riazor contra el Villarreal (1-2), un encuentro en cuyo desenlace tuvo mucho que ver la actuación del colegiado Fernández Borbalán, que no vio dos claros penaltis en el área visitante -uno a Lucas y otro a Arribas- y sí uno discutible a favor del submarino amarillo. Después llegó la manita en el Santiago Bernabéu (5-0) pese a la cual el Deportivo cruzó el ecuador del campeonato con doce puntos de ventaja sobre las posiciones de descenso.

La segunda vuelta empezó con el primero de los cinco empates consecutivos, el 1-1 en Anoeta. El Dépor acarició la victoria en la siguiente jornada, contra el Valencia en Riazor, pero Álvaro Negredo hizo el 1-1 a última hora para empatar injustamente un partido que los coruñeses pudieron matar mucho antes. No lo hicieron por su falta de puntería y también por los errores de uno de los asistentes de Melero López, que frenó varias contras legales de Lucas por presuntos fueras de juego inexistentes.

En la siguiente jornada, frente al Rayo, de nuevo el árbitro, esta vez Vicandi Garrido, se equivocó en contra del Deportivo. No señaló posición antirreglamentaria en el segundo gol del conjunto vallecano ni tampoco un posible penalti por un agarrón a Lucas y el partido acabó 2-2 pese a la insistencia blanquiazul por reencontrarse con la victoria. Menos atacó en la siguiente jornada, en El Molinón, donde tampoco sufrió demasiados apuros para amarrar una nueva igualada ante otro rival directo (1-1). En cambio, el pasado sábado frente al Betis el Dépor fue más valiente y puso todo de su parte para sumar los tres puntos pero un par de errores defensivos y la escasa eficacia rematadora le privaron del triunfo.

Suma cinco empates seguidos y lleva ocho jornadas sin ganar, pero sigue conservando un colchón muy confortable con respecto a los puestos de descenso. Evitarlos era el objetivo con el que comenzó la temporada y está en el camino correcto, dando pasos pequeños y al mismo tiempo firmes para cruzar cuanto antes la meta de la salvación. Tras 24 jornadas, solo sufrió cuatro derrotas. Barça y Madrid, los dos grandes, son los únicos que perdieron menos partidos que el Deportivo, lo que da todavía más mérito a la campaña que está haciendo el equipo blanquiazul.