Al Deportivo le persigue desde hace doce jornadas una racha maldita de partidos sin ganar. No es la única, sin embargo, que amarga a los blanquiazules desde hace ya más de dos meses. A la par que esa sequía de victorias se han sucedido encuentros en los que no han sido capaces de dejar su portería imbatida. Ya van once desde que a finales del mes de diciembre empataran sin goles ante el Getafe. Desde entonces se ha multiplicado también la cifra de tantos que reciben. De los 16 que encajaron en las 17 primeras jornadas se ha pasado a los 23 de las once últimas. Todo ellos cuando precisamente los deportivistas deben visitar el campo del equipo más eficaz defensivamente de la categoría. Nadie recibe menos goles que el Atlético (12) y nadie concede menos remates al rival (260 en lo que va de Liga, una media de algo más de nueve por partido).

El conjunto de Simeone es además uno de los que mayor rendimiento obtiene de los tantos que marca. Los rojiblancos están lejos de los registros de Madrid y Barcelona y no muy por encima de conjuntos como el Sevilla, el Eibar o el propio Deportivo, pero los rentabilizan al máximo gracias a un excepcional funcionamiento defensivo.

Hasta no hace mucho el conjunto de Víctor Sánchez del Amo basaba su funcionamiento como equipo precisamente en la seguridad defensiva y el acierto en ataque. Esa fórmula, sin embargo, se ha ido resintiendo con el paso de los jornadas hasta alcanzar su situación actual.

El Deportivo continúa entre los equipos que menos oportunidades concede de la categoría (es el cuarto mejor conjunto en este apartado), pero encaja con mayor facilidad. Desde la última ocasión en la que consiguió dejar su portería imbatida, hace once jornadas en Getafe, ha recibido un total de 23 goles. El problema se ha agudizado en los últimos dos encuentros, en los que han encajado siete tantos.

El equipo blanquiazul no ha conseguido compensar este retroceso defensivo con mejores números en ataque, en los que sigue dependiendo en exceso de la aportación de Lucas Pérez. Sin los goles del coruñés y con una defensa menos eficaz, el conjunto de Víctor ha dado un paso atrás en la clasificación y deberá seguir bregando para conseguir la salvación, a pesar de que todavía dispone de un margen de siete puntos con respecto a la zona de descenso.

El técnico achaca a la pérdida de equilibrio este retroceso en el rendimiento y en los resultados, mientras aguarda que el equipo recupere su antigua versión al mirarse este fin de semana en el estadio Vicente Calderón ante el espejo rojiblanco.