En el derbi de la primera vuelta disputado en Riazor en el mes de noviembre, el Deportivo apenas contabilizó el 40% de la posesión. Fue el Celta el que dominó ese apartado, pero no consiguió trasladarlo al control del partido. El planteamiento de Víctor Sánchez se impuso al de Eduardo Berizzo y el conjunto blanquiazul volvió a imponerse al eterno rival con una fórmula basada en la solidez defensiva, la intensidad y el máximo aprovechamiento de las oportunidades en ataque. Por aquel entonces, esas eran las señas de identidad de los deportivistas, ahora un tanto desdibujadas.

"Todos firmaríamos repetir el partido de la ida, está clarísimo", reconoció ayer Cani tras el regreso a los entrenamientos de la plantilla para comenzar a preparar el derbi después de tres días de descanso. El centrocampista recordó que fueron capaces de someter al Celta con aquella fórmula que tanto rendimiento les dio en la primera vuelta y que, admitió, es la mejor manera de contrarrestar el juego celeste.

"Tuvimos el mérito de no dejarles ser ellos mismos, que es algo que hacíamos mucho en la primera vuelta", rememoró ayer Cani con cierta nostalgia. "Era una virtud que teníamos, que al otro rival no le dejábamos prácticamente ser como ellos eran", añadió.

El Deportivo se impuso con suficiencia al Celta en un partido que manejó a su antojo. Se adelantó con un gol de Lucas en la primera parte y otro de Jonny en propia puerta ya en el descuento certificó una victoria que no dio la sensación en ningún momento que pudiera escaparse para los blanquiazules. "Aunque nosotros en algunos partidos no hiciéramos un buen fútbol, prácticamente no pasábamos apuros, jugábamos nuestras bazas en ataque y nos llevábamos muchos partidos así. Creo que ese partido fue así", resumió ayer Cani sobre el encuentro de la primera vuelta. "Prácticamente al Celta no le dejamos hacer el juego vistoso que tiene y supimos llevarnos un derbi que estuvo muy intenso y que por momentos estuvo igualado", insistió.

El centrocampista, titular en aquel partido, considera que esa receta debe ser de nuevo la empleada para tener porcentaje de éxito en Balaídos el sábado. "Para ganar tenemos que hacer eso porque, si el Celta se encuentra a gusto, es un rival que juega muy bien y tiene muy buenos jugadores. Nos va a hacer sufrir mucho. Si conseguimos que no se sientan cómodos, que cuando tengan la pelota no sean ellos mismos, pues por ahí pasan nuestras opciones de poder ganar", subrayó.