"Bien, estoy bien", respondió ayer Sidnei camino de los vestuarios después de ejercitarse por primera vez con el resto del equipo desde que se lesionara el pasado 20 de febrero en el partido frente al EspanyolEspanyol. El brasileño se entrenó con normalidad y prácticamente completó la sesión, pero su presencia el sábado en Balaídos todavía figura entre interrogantes. Hace mes y medio que no disputa un partido y hasta ayer no se había entrenado con el grupo. Su ausencia ha sido especialmente dolorosa para el conjunto de Víctor Sánchez, que tuvo que improvisar para encontrarle un sustituto.

De los cinco partidos que se perdió Sidnei, el equipo perdió tres, empató uno y ganó otro, pero evidenció problemas defensivos que ya habían empezado a intuirse con el brasileño en el once. En esos encuentros, los deportivistas encajaron un total de doce goles y se volvieron más vulnerables. Sin el brasileño perdieron envergadura en las dos áreas y sufrieron en las jugadas a balón parado, pero al mismo tiempo carecieron de un defensa capaz de adelantar la línea y aprovecharse de su capacidad de anticipación. Hay pocos centrales en la categoría con la habilidad que ha demostrado Sidnei en ese apartado (hasta que se lesionó destacaba como uno de los jugadores de la Liga que más balones era capaz de recuperar) y su ausencia se ha traducido en una mayor dificultad para robar la pelota y sorprender al rival.

Víctor Sánchez, sin embargo, tendrá que escoger entre alinear a un jugador que lleva mes y medio parado y que ha comenzado esta semana a ejercitarse con el grupo, o bien reservarlo para que afronte con garantías el último tramo del campeonato, en el que se decidirá definitivamente la permanencia de los deportivistas en la máxima categoría. Será una decisión que adoptará junto al propio futbolista y los servicios médicos del club después de comprobar su evolución durante estos tres entrenamientos que quedan por delante.

El brasileño, sin embargo, se declara en condiciones de disputar un partido para el que se fijó inicialmente su regreso. Después de caer lesionado ante el Espanyol y tras el diagnóstico, el plazo de recuperación se marcó para el partido de Balaídos, pero ese pronóstico está ahora en entredicho.

Sus compañeros, mientras tanto, celebran que el central haya podido reincorporarse a los entrenamientos junto al resto del equipo, pero al mismo tiempo mantienen la cautela sobre la posible alineación del brasileño el sábado. Germán Lux subrayó ayer tras el entrenamiento la importancia de que todos los jugadores de la plantilla estén disponibles en este tramo decisivo del campeonato. "Es una alegría lo que supone su vuelta porque se ha visto que necesitamos de todos los jugadores en toda la temporada", destacó el portero argentino. Lux, sin embargo, también puntualizó que la presencia de Sidnei en el partido no está garantizada y que quizá se imponga la precaución para no correr riesgos. "El entrenador decidirá si juega o no, porque es una lesión muy complicada y lo llevarán con cuidado", manifestó el guardameta después del entrenamiento de ayer.