Bruno Gama (Vila Verde, Braga, 15 de noviembre de 1987) vuelve a estar en la lista de posibles refuerzos del Deportivo para la próxima temporada. El exterior portugués jugó dos campañas con la camiseta blanquiazul, una en Segunda y otra en Primera, además de un partido en el tercero de los cursos que había firmado como deportivista -en Las Palmas en la primera jornada de la 2013-14-. En agosto de 2013 se marchó al Dnipro de Ucrania, con el que finaliza su compromiso en junio próximo, circunstancia que le permitiría llegar con la carta de libertad.

Bruno fue solicitado por Juande Ramos, entonces entrenador del equipo ucraniano, pero el técnico español poco duró y el protagonismo del portugués desapareció poco a poco -lleva poco más de una treintena de partidos en las tres temporadas en Ucrania-. El Deportivo había mostrado interés en recuperarlo a principios del curso 2014-15, pero la posibilidad no cuajó. En noviembre pasado los técnicos del club deportivista volvieron a contactar con él y su propietario, Jorge Mendes, y poco a poco han ido avanzando hasta el punto de que el regreso está a punto de cerrarse, según anunció ayer Radio Coruña.

Dos temporadas y un partido

El atacante luso firmó un contrato de cuatro años en el verano de 2011, con el Deportivo en Segunda División después de haber militado veinte años consecutivos en la elite del fútbol español y europeo, y fue uno de los artífices del ascenso, jugó 29 partidos y anotó 7 goles. En la campaña siguiente, ya en Primera, disputó los 38 partidos y firmó 6 tantos. De nuevo en Segunda, Bruno jugó en la jornada inaugural en Las Palmas (0-1) a pesar de que su salida hacia el Dnipro era un hecho. "Desde el primer momento en que me hablaron de jugar ese partido dije que sí, que me gustaría ayudar hasta donde pudiera", explicó el día de su marcha.

Ahora, con 28 años vuelve a surgir la posibilidad de su retorno a Riazor para formar parte ya de un equipo más hecho en la máxima categoría del fútbol español. Además de su opinión, la decisión final corresponderá a la empresa de Jorge Mendes, que sigue siendo el que tiene los derechos del jugador. De hecho, fue el que gestionó su traspaso al Dnipro y el que se llevó la mayor parte de los dos-tres millones que los ucranianos pagaron por sus fichaje. El Deportivo se embolsó alrededor de medio millón de euros, el equivalente a una tercera parte del traspaso.

La llegada de Bruno sería muy bien recibida por la grada de Riazor, que guarda muy buen recuerdo del exterior portugués, pero el trabajo de los técnicos del club blanquiazul va mucho más allá, pues intentan cerrar la llegada de varios jugadores antes de que concluya la competición, para evitar su encarecimiento durante el mercado de verano. Abiertos varios frentes para reforzar todas las líneas, los dirigentes tienen como meta prioritaria ampliar y mejorar el contrato de Lucas Pérez. En algo que vienen intentando incluso desde antes de Navidad, pero hasta la fecha las conversaciones -informales la mayoría de ellas- no cuajaron.

También buscan alguna cesión en equipos importantes, entre ellos el Atlético y Madrid. En la plaza de Pontevedra se habían fijado en Lucas Hernández, Kranevitter y Thomas, aunque el central se ha revalorizado muchísimo en los últimos partidos, en los que ha tenido que sustituir a los lesionados Giménez y Savic, dos centrales que estaban por encima de él. Sin embargo el francés está cumpliendo más allá de los que se esperaba a su edad -solo tiene 20 años-, incluso en el partido de la Champions contra el Barcelona.