El Deportivo presentó un pliego de alegaciones a la propuesta de multa del Comité Antiviolencia, que solicitó 30.000 euros de sanción -"una sanción grave", según el comunicado de prensa- al club coruñés por facilitar apoyo "al grupo violento Riazor Blues en la venta de entradas y en su desplazamiento para asistir a Vigo" para presenciar el partido Celta-Deportivo del pasado 2 de abril. El club blanquiazul también tiene previsto recurrir una segunda propuesta de castigo, también por valor de 30.000 euros, en este caso por "apoyar y favorecer al grupo radical y violento Riazor Blues". La causa fue exhibir un tifo con motivo del partido del cuadro blanquiazul en la última jornada de Liga. La decisión del club de recurrir ambas sanciones es respaldada por la Federación de Peñas que, en la asamblea del pasado sábado, acordó "por unanimidad posicionarse ante esas sanciones" y mostrar su "apoyo al club y a Riazor Blues", dicen en un escrito oficial.

La primera de las sanciones se produce por la presencia de una representación de los Riazor Blues en Balaídos, a donde solo asistieron 600 aficionados blanquiazules debido a las obras en el estadio olívico. Los Blues acudieron a ese encuentro ya como peña oficial, puesto que días antes habían normalizado y legalizado su situación con su inscripción en el Registro de Seguidores, tal como prevé la ley 19/2007 y sus normas de desarrollo. Antiviolencia no vio motivo de sanción para los seguidores blanquiazules durante aquel encuentro. Sí había propuesto, sin embargo, una sanción para el Celta por los cánticos de algunos de sus seguidores. Es casi dos meses después cuando este comité anuncia esta elevada sanción por "falta grave", curiosamente cuando los Riazor Blues ya son una agrupación legalizada.

La segunda sanción obedece a la exhibición de un tifo en el partido contra el Madrid que "no tiene nada que ver con la violencia, el racismo, la xenofobia ni la intolerancia. Todo lo contrario, se trata de un tifo de animación precioso, representativo de la ciudad de A Coruña y de su afición, que ha creado un ambiente espectacular a la salida de los equipos, sin dañar ni molestar a nadie", argumentan fuentes del club para justificar el recurso. Una defensa que apoya la Federación de Peñas y también los Old Faces -mostraron su adhesión al escrito de las peñas-. "El club debe recurrir estas sanciones hasta la última instancia posible para defender así a un colectivo que consideramos indispensable, como marcan su casi 30 años de historia apoyando al Dépor", argumenta la Federación en su escrito.

Los representantes de las peñas blanquiazules creen que existe un agravio comparativo y que está recibiendo continuos "ataques desde el asesinato de Jimmy" tanto "contra los Riazor Blues, como el resto de aficionados deportivistas". En esa línea también va el Deportivo, ya que desde el club recuerdan que los Blues son ya una agrupación legal. "Desde unos días antes del derbi de Balaídos se produce la histórica inscripción del grupo Riazor Blues en el Libro Registro de Seguidores previsto por la normativa vigente, lo que demuestra la firme intención de este grupo de cumplir sus compromisos con el club, no ser ningún problema para el mismo y aceptar toda la normativa de seguridad y contra la violencia", argumenta en sus alegaciones.

Mientras que los seguidores deportivistas se sienten perseguidos "con multitud de cacheos y requisamiento de material totalmente legal en numerosos desplazamientos", aseguran que el trato que reciben los integrantes del Frente Atlético -grupo ultra al que pertenecen los asesinos de Jimmy- es completamente diferente. "Mientras esto ocurre en nuestra ciudad, los asesinos siguen presentes en el fondo sur del Vicente Calderón", aseguran en su escrito los peñistas. "El Frente Atlético ha realizado tifos y su pancarta viaja por España y por Europa sin ningún tipo de sanción hasta la fecha", añaden los peñistas.

El club coruñés también explica en su recurso la trayectoria que ha mantenido esta directiva desde su llegada y su relación tirante con los Riazor Blues, sobre todo a raíz de sus actuaciones tras la muerte de Jimmy. El hecho de que no se hiciera justicia todavía a estas alturas y la crisis social que provocaron las circunstancias que rodearon este grave episodio, provocó un serio divorcio entre el consejo de administración del club con la Federación de Peñas y los Riazor Blues. Con el paso del tiempo la situación social se fue suavizando y el cambio operado en la directiva de la Federación de Peñas en Junio de 2015 abrió la puerta a una nueva etapa y a un nuevo entendimiento dentro del deportivismo. Esto incluye un acercamiento entre los Riazor Blues y el Consejo de Administración, iniciado con el comienzo de la temporada 2015-16, que concluye con la inscripción de esta agrupación en el Libro de Registro de Seguidores.

Desde ese momento "los Blues colaboran sustancialmente en la vuelta de la animación al estadio, en el cumplimiento de la normativa antiviolencia y en hacer todos los esfuerzos posibles para que el club no reciba ninguna sanción" -en la temporada anterior había sido sancionado por cánticos intolerantes en diversas ocasiones- como así sucedió hasta la llegada de estas dos últimas por acciones "graves", según antiviolencia. Algo inaceptable para el club que asegura que "está cumpliendo exhaustivamente todos los requisitos de dicha normativa con campañas de concienciación en videomarcadores y publicidad institucional, implantación del Código Ético con un apartado a este respecto. Controles de acceso exhaustivos y otras medidas de vigilancia que impiden que ninguna persona que tenga prohibición de dicho acceso pueda entrar en el recinto del estadio, siempre siguiendo en todo momento las instrucciones de las fuerzas de seguridad y del Coordinador de la Policía", explica en su escrito.

El propio Tino Fernández, presidente del club, se lamentó el lunes día 6 en Riazor, durante la rueda de prensa en la que explicó el despido de Víctor Sánchez, que no entendía lo que estaba sucediendo con Antiviolencia. Además de no estar de acuerdo ni con el fondo ni con la forma de los expedientes sancionadores planteados, anunció que presentarían alegaciones y recurrirían "hasta donde sea necesario" en la idea de que no solo no se ha transgredido ninguna norma, sino que se está asentando un modelo social y de animación que constituye un ejemplo para el fútbol español. Fernández Pico se quejó de enterarse "siempre a través de la prensa o de un comunicado, cuando llevamos tiempo esperando por una reunión que hemos solicitado a los responsables de la Comisión Antiviolencia para pedir explicaciones y hacer valer sus argumentos ante esta insólita situación, sin que hasta el momento dicha entrevista haya sido concedida", explicó el presidente club blanquiazul. Sus argumentos son los de las peñas y de la mayoría de los seguidores blanquiazules.