Gaizka Garitano tomó ayer las riendas del Deportivo en la vuelta al trabajo para comenzar a preparar la temporada. Lo hizo en un tono conciliador después del incendio que se originó en el vestuario durante las últimas semanas del curso pasado y sin cerrarle la puerta del equipo a nadie. Ni siquiera a Luisinho, señalado públicamente por compañeros, directivos y el técnico anterior, Víctor Sánchez del Amo, como principal responsable del ambiente tóxico que se respiraba en la casetaVíctor Sánchez del Amo.

Para Garitano, el portugués es "uno más" dado que ni el club ni él mismo han sido capaces de encontrar una solución a su presencia en el equipo a pesar de que se le señaló la puerta de salida una vez concluida la competición.

"Yo empiezo desde cero", advirtió ayer el técnico vizcaíno durante la comparecencia con la que inauguró la pretemporada del equipo. "Le vamos a exigir como a uno más, está en la mismas circunstancias y los días dirán si se queda o se va. El club es el que tiene que manejar todo eso", añadió.

Las circunstancias del portugués, sin embargo, no son las mismas que el resto de integrantes de la plantilla, por mucho que ayer Garitano se esforzase en ejercer de pacificador y deslizase que podría reconducir la situación.

El portugués no solo acabó enfrentado con Víctor Sánchez del Amo, que llegó a apartarlo del resto del grupo contra la opinión del consejo de administración y la dirección deportiva, también buena parte de sus compañeros afearon públicamente la actitud del portugués, marcado por el enfrentamiento que tuvo con Alejandro Arribas Alejandro Arribasel verano pasado días antes del inicio de la Liga. Garitano, a pesar de todo ello, insistió: "Tengo que gestionar un grupo y vengo aquí para intentar solucionar los problemas. Los entrenadores no somos solo alineadores".

De las palabras del entrenador se deduce que Luisinho es de su agrado como futbolista y que confía en corregir un carácter impredecible, aunque el propio presidente deportivista, Tino Fernández, reconociese a final de la temporada pasada que lo mejor para la salud del grupo era que el portugués abandonase el equipo durante el mercado de verano. "A mí, Luisinho no me ha hecho nada. Ni Luisinho, ni nadie. Yo veo todos los futbolistas que hay en el club, me dan los que tienen contrato y empiezo con ellos. Luisinho deportivamente es un jugador que me gusta, pero eso no quiere decir que vaya a continuar", puntualizó.

La decisión sobre el portugués dependerá no solo de lo que opine Garitano, sino que también tendrá mucha influencia lo que considere la dirección deportiva. El técnico también es consciente de ello y así lo dejó de manifiesto ayer. "En el fútbol todo es posible, pero yo soy una parte de todo esto. No soy el que toma la decisión", precisó el entrenador blanquiazul.

La situación de Luisinho acaparó buena parte de la intervención de Garitano, que sin embargo también se detuvo en la planificación de la temporada y la llegada de fichajes que completen la plantilla. Con Lucas Pérez hizo un aparte y volvió a insistir en la importancia que tiene en el proyecto Lucas Pérez. "Ojalá pueda seguir en el equipo porque es un jugador muy importante para nosotros. Desde todos los sectores del club le hemos hecho ver que queremos que se quede, la afición también me consta que le quiere y le valora mucho. Esperamos que se quede", insistió.

Garitano también anunció la llegada inminente de más refuerzos, aunque al mismo tiempo destacó las limitaciones con las que parte el Deportivo frente a otros conjuntos de Primera División. "Incorporar jugadores es difícil, más cuando estás en desventaja con la mayoría de equipos. Tienes que tener paciencia y acertar. Hay jugadores muy cerca de venir y seguramente la semana que viene tendremos incorporaciones. Sé que estoy en un sitio que requiere esa paciencia", expuso el nuevo entrenador deportivista sobre los fichajes.