El delantero Florin Andone se siente "muy contento, feliz e ilusionado" por su llegada al Deportivo, donde promete aportar "mucho trabajo, mucho carácter y mucha ambición". También le exigirán goles, aunque él no se siente más presionado por el hecho de que el club coruñés haya hecho un esfuerzo económico importante, de unos cuatro millones de euros, por su traspaso desde el Córdoba.

"Yo no tengo presión.A mí me da igual la presión. Los goles llegan y los goles van. A lo mejor estás cuatro o cinco partidos sin meter y luego metes tres o cuatro en dos partidos. Lo importante es no perder nunca el hambre que tengo, trabajar fuerte y lo demás todo llega, seguro", manifestó el internacional rumano, cuyo fichaje "implica responsabilidad, da igual si se paga un céntimo o lo que se ha pagado".

Sabe que el Deportivo "es un club muy grande, un histórico con mucha tradición", al que llega con "mentalidad ganadora" y dispuesto a soñar con objetivos más ambiciosos que la permanencia. "Salvarse es lo primero y, según transcurra la temporada, a ver si podemos pelear por algo más", comentó esta mañana antes del reconocimiento médico en el Hospital Modelo.

"Estoy muy feliz. Para mí era vital jugar este año en Primera. Quiero dar las gracias al Deportivo por darme esta oportunidad y estoy con muchísimas ganas de empezar a entrenar y aportar mi granito de arena. Lo único que puede prometer es trabajar desde la humildad", recalcó el ariete rumano en perfecto castellano, ya que lleva en España "desde los 12 años". Su reto es "seguir creciendo y ser útil para el cuerpo técnico" del Deportivo, por el que firma un contrato largo que espera cumplir: "Ojalá esté las cinco temporadas aquí, sería buena señal".