La Liga volvió a Riazor. El verano y el partido entre España y Estados Unidos de baloncesto de los Juegos Olímpicos hicieron que el estadio no registrase una gran entrada en los primeros minutos de este primer partido de la temporada. El ambiente se fue caldeando a medida que avanzaba la primera parte. Aún así, los que no fallaron animaron por lo demás desde el pitido inicial. La ocasión lo merecía. Aunque otra vez tocó sufrir. El tanto de Iván Ramis dolió. Pero supo remediarlo Pedro Mosquera para hacer sonreír a los presentes.

El primer mensaje de la afición deportivista llegó antes de que el balón tocase el césped. Cuando el speaker anunció por megafonía que Lucas Pérez formaba parte del once inicial de Gaizka Garitano, la ovación estalló. Una muestra de cariño y un grito de "quédate" para el coruñés, que ha vivido un verano movido. El siguiente aviso, este procedente de Marathon Inferior, fue para Javier Tebas, presidente de la Liga. Con un tifo que decía Non ó fútbol moderno, los seguidores blanquiazules mostraron su descontento con los horarios de partidos como el de ayer, marcado a las diez de la noche.

A falta de goles en la primera mitad, la emotividad la puso el club con un homenaje a Juan Hermida. Tino Fernández quiso agradecer al masajista su colaboración con el Dépor durante los últimos 47 años. Y qué mejor que hacerlo en el arranque del curso 2016-17, al que tampoco faltó el mítico Chuchi Hildago, al que se le vio pasear por Manuel Murguía antes de entrar al estadio herculino.

La vuelta al cole fue dura, pero satisfactoria. Tras el gol de Ramis, el sistema cambió sobre el campo y tuvo sus frutos. Primero el gol de Pedro Mosquera y después el penalti que lanzó Lucas. Un 2-1 que hizo que el público se levantase y celebrase cada acercamiento al área rival. El juego no fue el deseado, pero el resultado sí y eso sirvió a una afición que espera ver cómo su equipo sigue formándose en las próximas jornadas.