La derrota del Deportivo ante el Athletic puede justificarse en el error del equipo arbitral al no conceder el gol legal de Andone, también en la lesión de Joselu cuando el partido apenas había arrancado e incluso en la de Sidnei. Fueron dos cambios obligados que dejaron al cuerpo técnico con escaso margen de maniobra para rectificar o reordenar el equipo. Circunstancias propias de un partido de fútbol todas ellas, incluso el error del colegiado, pero hay otras razones que evitaron que el equipo pudiese, cuando menos, equilibrar el marcador.

ECentro del campo desaparecido en tareas de construcción. Quizá sea este aspecto el más preocupante, ya que la pelota salió casi siempre desde la defensa hacia el ataque de forma directa, especialmente desde la lesión de Joselu. Quedaba demasiado partido como para dedicarse a practicar un fútbol directo con pelotazos en busca de un Andone que se tuvo que pelear con los defensores bilbaínos siempre en desventaja. La presión rojiblanca sobre Pedro Mosquera anuló al equipo deportivista en la parcela ancha, por la que el balón apenas circuló. Tampoco se mostró Celso Borges en esta faceta. Así, la labor defensiva del Athletic era sencilla, aguardar los pelotazos para atajarlos todos. La defensa casi siempre tiene ventaja cuando le llega un balón de frente.

EEscasos disparos a portería. Bien es cierto que el Deportivo disparó más a meta que el Athletic (3-2), pero el bagaje es muy escaso. Los vascos lanzaron dos veces y lograron un golazo; los deportivistas tiraron tres y ... agua. No hubo opciones apenas, Si acaso al final del encuentro, con el Athletic más agazapado y el Deportivo encima. Fue como resultado del empuje más que del juego.

EJuego aéreo rojiblanco. Tal como en la faceta defensiva los deportivistas fueron superiores a los bilbaínos en el juego aéreo, en el área visitante el dominio lo impusieron los zagueros rojiblancos. Ni tan siquiera Albentosa ni Arribas fueron capaces de cazar algún remate franco en las jugadas de estrategia. Son dos futbolistas que pueden dar una cifra interesante de goles durante la temporada, pero el sábado frente al Athletic no cazaron ninguno. ¿Quizá por la forma de centrar? Parece muy blanda.