Cinco goles contemplan a los deportivistas después de siete jornadas: uno de penalti, dos a balón parado y otros tantos de jugada. De ellos, uno lo marcó un jugador que sobre el cierre del mercado puso rumbo a Londres y como pichichi (dos tantos) figura un centrocampista inicialmente llamado a colaborar en la tarea pero ni mucho menos a liderarla. El registro de Celso Borges es síntoma de las dificultades que atraviesa el equipo para convertir sus oportunidades y del gafe que arrastran los delanteros. Con Andone negado y Joselu lesionado, solo Babel rompió el maleficio con su espléndido remate en el descuento del partido contra el Sporting.

Las cifras goleadoras de los deportivistas en este comienzo de campeonato, sin embargo, no se corresponden con su producción ofensiva. El equipo de Garitano figura de manera destacada en algunos apartados estadísticos de ataque, por delante o rivalizando con otros conjuntos con menor porcentaje de acierto. Así, son cuartos en centros al área y terceros en cuanto a remates de cabeza, pero sin apenas efectividad.

Esa precisamente está siendo la principal debilidad del Deportivo en este arranque de campeonato: su incapacidad para materializar todas las ocasiones de las que dispone. A pesar de que es el quinto equipo en número de remates a portería, ninguno acumula tan pocos goles.

Garitano debe convivir con ello y buscar soluciones alternativas que le permitan paliar esa falta de puntería que hasta el momento está reduciendo las posibilidades de victoria. El técnico reconoce que la ausencia de gol es un problema importante, quizá el mayor de los que afecta a los blanquiazules por encima incluso de la dificultad para mantener la portería a cero a pesar de la seguridad defensiva que demuestran, y por eso explora posibilidades de juego para solucionarlo.

Recurrió a Emre Çolak cuando se convenció de que el rendimiento de Fayçal Fajr estaba lejos de aportar las soluciones necesarias en el ataque y con ello encontró a un jugador capaz de cumplir un rol más cercano al de mediapunta. En él encontró pausa y también alguien capaz de surtir de balones a los jugadores más adelantados.

Aunque el turco tan solo ha encadenado los últimos tres partidos como titular (disputó uno más, en la jornada dos ante el Betis), ya le ha servido para destacarse en algunas estadísticas. Çolak figura como el decimosegundo jugador de la categoría que más centros al área proporciona, en parte también porque es el encargado de ejecutar las acciones de estrategia. A estas alturas contabiliza 36, una media de nueve por partido.

Pero es que en ese apartado también figuran compañeros suyos con datos destacados, síntoma de la importancia que Garitano le da a ese apartado. Fayçal suma 34 centros, Juanfran 30, Bruno Gama 19 y Luisinho 18. Con la aportación de otros jugadores, eso convierte al Deportivo en el cuarto equipo de Primera División que más balones cuelga sobre el área contraria (173, una media de casi 25 por partido).

Los blanquiazules, sin embargo, no consiguen sacarle el partido necesario y a estas alturas tan solo han conseguido dos goles aprovechando esas situaciones. El primero fue de Mosquera en la jornada inaugural del campeonato y hubo que esperar al partido contra el Sporting para ver otro tanto por esa vía. Fue de Celso Borges de nuevo a balón parado después de un centro de Emre Çolak.

El Deportivo, sin embargo, sigue intentando paliar su falta de gol. Lo demuestra que, además de la cifra de centros totales, es el tercer conjunto de la categoría que más remates de cabeza acumula después de siete jornadas transcurridas. Lleva 21 (tres por partido), pero sin demasiada puntería. Incluso jugadores como Florin Andone, que todavía no ha conseguido estrenar su cuenta, aparecen en este apartado.

Ese recurso, sin embargo, es una fórmula más empleada por Garitano para encontrar el camino al gol, explotada de muy diferentes maneras aunque con un resultado discreto. Centros, jugadas y remates de cabeza forman parte de esa particular estrategia para poner remedio a una sequía duradera.